Los sueros experimentales guían la lucha contra el ébola fuera de África

• ZMapp, TKM-Ebola o Brincidofovir son algunos de los tratamientos experimentales
• La OMS avaló su uso aunque no están comprobados en humanos
• El ZMapp se suministró a varios pacientes que superaron el ébola
• La auxiliar española está siendo tratada con suero hiperinmune de donante
• Actualmente, hay 2 pacientes en EE.UU, uno en Noruega y otro en Alemania

La lucha contra el ébola en el continente europeo

ZMapp, TKM-Ebola o Brincidofovir son algunos de los tratamientos experimentales que se han aplicado o se están aplicando actualmente con éxito desigual en los 14 casos de enfermos de ébola tratados fuera de África y bajo aislamento en hospitales de EE.UU y Europa.

El que ha sido el primer caso de contagio de ébola fuera del continente africano, el de la auxiliar española que atendió a los misioneros fallecidos por el mismo virus, está siendo tratado con suero hiperinmune de donante en el hospital La Paz-Carlos III de Madrid. Este suero es de una persona que superó la enfermedad. Podría ser, de hecho, según apuntan algunas fuentes, de suero de la hermana Paciencia Melgar, que se curó en Liberia.

En el caso del misionero español Miguel Pajares, tratado en este mismo hospital, el tratamiento escogido fue el suero experimental ZMapp, un fármaco contra el ébola que demuestra una efectividad del 100% en primates, pero que no dio buenos resultados con este paciente de 75 años que además padecía tifus, problemas cardíacos y fallos renales.

Al otro religioso español, Manuel García Viejo, no se le administró el suero ZMapp por estar agotadas las existencias en todo el mundo y también falleció.

El ZMapp usado en pacientes que superaron el ébola

Este fármaco no homologado no salvó, por tanto, la vida del misionero español. Este suero mezcla de tres anticuerpos fue administrado a un médico y una enfermera de EE.UU que en el hospital universitario de Emory, en Georgia, que superaron la enfermedad.

Ken Brantly, de 33 años, y Nancy Writebo, de 59, se salvaron así del mortal virus contraído en Liberia tratados con ZMapp, que nunca antes se había usado en humanos.

Otro paciente, el británico William Pooley, de 29 años, que se contagió de ébola en Sierra Leona y que fue ingresado en el Royal Free Hospital de Londres, también fue medicado con el ZMapp.

Al tratarse de un tratamiento experimental, es imposible saber la eficacia y seguridad del mismo. Lo único cierto es que desde finales de septiembre las existencias del ZMapp están agotadas en todo el mundo y los médicos se ven obligados al uso de otros fármacos experimentales y otras alternativas ante la virulencia de esta enfermedad contagiosa, que se ha cobrado más de 3.000 vidas en África.

Otro suero similar al usado con la española tiene éxito en EE.UU

Rick Sacra, otro médico contagiado con el virus en Liberia, también se salvó con otro suero experimental, el TKM-Ebola, elaborado con anticuerpos de otros pacientes que ya han superado la enfermedad y de similar formato al que se está usando con la paciente española.

Existen otros dos casos de enfermos tratados en la actualidad en EE.UU. Ashoka Mukpo, un cámara de la NBC, y Thomas Eric Duncan, el primer caso diagnósticado en EE.UU aunque contagiado en su Liberia natal, a los que se suministra Brincidofovir, un medicamento antiviral de carácter experimental.

También fueron dados de alta la enfermera contagiada en Liberia y atendida en Francia, y el médico senegalés atendido en Alemania; aunque no se han especificado los tratamientos no homologado empleados para su curación.

Además de la auxiliar española, en Europa siguen bajo tratamiento un trabajador de Médicos sin Fronteras, en Noruega; y un ciudadano ugandés en Alemania.

Dos vacunas prometedoras, la esperanza

Mientras se usa en el mundo entero recetas experimentales con la esperanza de que resulten efectivas, expertos reunidos en Ginebra han identificado dos vacunas "prometedoras" que podrían prevenir el contagio del virus.

Son las vacunas VSV-EBO y ChAd-EBO, que se han desarrollado en Estados Unidos y comenzarán a producirse también en Europa y África a mediados de septiembre, según asegura la OMS.

A la espera de que llegue la vacuna milagrosa, la OMS avala el uso de estos tratamientos experimentales para tratar a las víctimas de este brote aunque la eficacia de los mismos no está comprobada y los efectos secundarios aún son desconocidos.