La sangre y el miedo llegan a Sitges con 'Annabelle' y 'Aux yeux des vivants'
- Annabelle es un thriller paranormal sobre una muñeca poseída
- Alexandre Bustillo y Julien Maury dirigen una historia de terror en un estudio
El thriller paranormal Annabelle, precuela de Expediente Warren, y el filme francés Aux yeux des vivants han aportado este jueves al Festival de Cine Fantástico de Sitges la dosis de miedo y sangre que piden los muchos aficionados al género de terror que visitan diariamente el certamen.
Annabelle está basada en la historia real de una muñeca que está encerrada en una urna de cristal en un museo de Connecticut desde que la familia propietaria decidió deshacerse de ella, convencida de que tenía poderes paranormales.
El thriller empieza cuando una pareja, que ha recibido como regalo la macabra muñeca, ve cómo los miembros de una secta satánica invaden su hogar y los atacan brutalmente.
La pareja sobrevive, pero la pesadilla continúa con el único objetivo de que "el espectador se muera de miedo", según ha reconocido a Efe la actriz protagonista Anabelle Wallis, cuyo nombre artístico coincide casualmente con el nombre del filme.
Wallis, que algunos recordarán por su papel en X-Men: Primera Generación y otros por la serie de televisión Los Tudor, ha dicho que se ha esforzado en construir un personaje "lejos de los estereotipos de cine de terror que, demasiado a menudo, cuentan con personajes femeninos que sólo son víctimas histéricas que se pasan la películas gritando".
"Lo más difícil -ha añadido- ha sido mantener la vulnerabilidad del personaje, porque esa faceta hace que el espectador se identifique, sin convertirlo en un ser débil. Es una mujer fuerte capaz de enfrentarse a las circunstancias y no está gritando todo el tiempo, sólo grita cuando las cosas se ponen muy mal".
Terror en un estudio de cine
Otro de los filmes de terror de la jornada ha sido Aux yeux des vivants, un película que narra la historia de tres amigos que cometen el error de adentrarse en un estudio de cine abandonado donde vive un monstruo con máscara de payaso y gusto por la sangre.
El tándem de directores de este largometraje, Alexandre Bustillo y Julien Maury, son dos habituales del Festival de Cine de Sitges, donde presentaron en anteriores ediciones sus dos primeras películas: À l'intérieur y Livide.
En esta ocasión han rodado en Bulgaria, donde encontraron "la localización perfecta" en unos antiguos estudios cinematográficos, según han explicado los realizadores en rueda de prensa.