Arturo Fernández dejará de presidir la patronal madrileña "en el plazo que la organización quiera"

• También abandonará la vicepresidencia de la CEOE
• No ha concretado cuándo será la fecha de las nuevas elecciones en CEIM
• Fernández gastó 37.326 euros con las tarjetas opacas al fisco de Caja Madrid

Arturo Fernández quiere seguir como presidente de la patronal madrileña unos meses más

El presidente de CEIM, Arturo Fernández, ha anunciado ya ante la junta directiva de la patronal madrileña que dejará de ser presidente "en el plazo más oportuno que la organización quiera, convocando elecciones generales", y asegura que lo hace "para no menoscabar la imagen de la confederación".

En su discurso de esta tarde, el líder de los empresarios madrileños ha señalado que anuncia su abandono "conforme a los principios que ha marcado siempre su labor como empresario y representante empresarial", según fuentes consultadas por Europa Press.

Fernández ha destacado que "siempre" ha estado y estará con todos ellos. "Soy empresario, español y madrileño. Me rodean grandes amigos, a los que debo agradecer su lealtad, amistad, comprensión y máxima colaboración", ha pronunciado, destacando a continuación varios nombres de su junta directiva, como Juan Pablo Lázaro, Enrique Salvador o José Antonio Asegurado.

El presidente de CEIM también ha querido agradecer "de corazón" a todo el personal técnico su apoyo y labor.

En las intervenciones de los miembros de la Junta, Fernández ha recibido duras críticas por parte de algunos miembros, entre ellos los presidentes del Colegio de Gestores de Madrid, Fernando Santiago, y del presidente de la Federación del Empresarios del Este de Madrid, Enrique Martínez, quienes han pedido su dimisión.

Arturo Fernández gastó más de 37.326 euros con las tarjetas opacas al fisco de Caja Madrid. Una cuarta parte de los fondos, más de 10.000 euros, fueron a pagar comidas y cenas en sus propios restaurantes.

Escándalo pero no delito

Preguntado por las tarjetas opacas empleadas por consejeros y directivos de Caja Madrid, que investiga actualmente el juez Andreu y ha motivado la imputación de Blesa, Rato y Barcoj, Fernández ha reconocido que este caso es un "escándalo", pero ha matizado que el uso de estas tarjetas no es "delito".

A las puertas de la sede de CEIM en Madrid se han concentrado esta mañana un grupo de preferentistas de Caja Madrid y Bankia que han gritado "ladrones" a las personas que salían de la sede y han pedido a gritos la dimisión de Fernández.

Como vicepresidente de la CEOE, Fernández ha señalado que no tiene "necesidad" de presentar su dimisión porque "se van a convocar las elecciones" en breve y va a dejar su cargo en la patronal española.

Fernández ha indicado que el código ético de la CEOE no refleja que se debe ir ahora porque se habla de cuando a uno "le han procesado y condenado". "Los galones no me los pueden quitar por esa vía", ha apuntado.

"He devuelto el dinero y espero que sean comprensivos", ha apuntado Fernández, quien ha explicado que, además del dinero devuelto también ha añadido una complementaria "aunque no haga falta hacerla".

Ya la semana pasada, Fernández se reunió con la cúpula de la patronal madrileña, que le mostró su respaldo mayoritario en un encuentro convocado por el propio empresario.

Elecciones limitadas

El presidente de la Confederación de Comercio de Madrid (COCEM), Hilario Alfaro, que disputó la presidencia de CEIM a Fernández, ha asegurado que no se presentará porque no puede "por los estatutos" y porque "no son unas elecciones libres".

“Hilario Alfaro critica que no son unas elecciones libres“

Según los estatutos de la patronal madrileña, como ha explicado Alfaro, si el presidente dimite es el vicepresidente primero quien se pone al frente para convocar elecciones en dos meses pero en ellas sólo se podrá votar "entre los 200 miembros de la junta directiva actual". Alfaro no forma parte de ella.

"Esas elecciones no son libres, volvemos a lo mismo", ha lamentado. Todo ello después de apuntar que la salida de Arturo Fernández de CEIM "será en diferido" y lo hará "para acabar un programa que no empezó". "Ahora quiere cambiar el sistema electoral y, lo más gracioso, quiere hacer un código ético", ha afeado.