Asaltan el Palacio de Gobierno de Guerrero para protestar por la desaparición de los 43 estudiantes
- Grupos de estudiantes toman el Palacio de Gobierno
- Profesores, estudiantes y familiares protagonizan una sentada en el zócalo
Los estudiantes del estado mexicano de Guerrero han protagonizado este lunes disturbios en la capital en una protesta por la desaparición de 43 compañeros desde el 26 de septiembre.
Un grupo de alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, a la que pertenecían los desaparecidos, ha llegado a irrumpir en el Palacio de Gobierno estatal tras enfrentarse con la Policía.
Los asaltantes han causado diversos destrozos y han incendiado el edificio de la Presidencia, aunque no ha habido heridos.
Según Efe, un grupo de unas 600 personas, tanto estudiantes como familiares de los desaparecidos, bloqueaban los accesos al palacio, del que solo dejaron salir a mujeres, ancianos y discapacitados.
Finalmente, los estudiantes se han retirado y unos 500 policías antidisturbios han tomado el control de la zona.
Protesta en la capital estatal
Asimismo, medio centenar de personas han entrado también en las oficinas de la alcaldía de Chilpancingo, donde han causado destrozos y quemaron las oficinas de registro civil.
Otros 200 estudiantes de la Universidad del Estado de Guerrero se han sumado a la acampada que mantienen los profesores en el zócalo (plaza central) para insistir en su exigencia de que los desaparecidos regresen con vida. Los concentrados aseguran que no se abandonarán la plaza hasta que esto ocurra.
La protesta estudiantil se ha extendido también a Ciudad de México. Estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Autónoma Metropolitana (UAM) han anunciado un paro de 48 horas en solidaridad con sus compañeros de Guerrero.
El pasado 26 de septiembre la localidad guerrerense de Iguala vivió una noche de violencia en la que la Policía Local disparó contra los estudiantes y detuvo a decenas de ellos, cuyo paradero se desconoce. Las autoridades han encontrado varias fosas clandestinas de las que se han recuperado ya 28 cadáveres, pero aún no se ha confirmado si corresponden a los desaparecidos.
Casi cuarenta personas, la mayoría policías, han sido detenidas. La Fiscalía General sostiene que los agentes se confabularon con una banda local de narcotraficantes