El IBEX 35 cae un 1,72% y la prima de riesgo sube hasta 140 puntos básicos

• El índice incrementa sus pérdidas anuales hasta el 2,49%
• El índice de volatilidad de Chicago está en máximos desde mayo de 2012
• El Gobierno quita importancia a la caída porque los fundamentos son sólidos

El IBEX 35 cae un 1,72% y cierra en su mínimo anual

El IBEX 35 ha moderado al cierra las pérdidas que ha llegado a registrar en la sesión de más del 4%, pese a terminar con una caída del 1,72%, hasta situarse en 9.669,70 puntos, niveles de diciembre, afectado por la incertidumbre económica mundial y Grecia.

El principal selectivo de la Bolsa española ha incrementado sus pérdidas anuales hasta el 2,49%.

De los grandes valores del IBEX, Telefónica ha perdido un 3,18%, Iberdrola un 1,91%, Banco Santander un 1,87%, BBVA un 1,73%, Repsol un 1,69% e Inditex un 0,87%.

FCC se ha convertido en el peor de la sesión, con un recorte del 4,93%, seguido de BME (-4,11%), OHL (-3,91%), Banco Popular (-3,51%) y Red Eléctrica (-3,26%).

Tan solo cinco valores han logrado aguantar el tipo: Abengoa, que ha repuntado un 6,07% gracias a un informe de recomendación de Citi, IAG (4,75%), ArcelorMittal (1,56%), Mediaset (0,74%) y Ferrovial (0,38%).

En el mercado de deuda, la prima de riesgo de España ha subido hasta 140 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años situada en el 2,21%.

Aversión al riesgo

Las principales Bolsas europeas también han cerrado en números rojos. La peor ha sido la de Lisboa que se ha dejado un 3,21%, seguida de Milán (-1,21%), París (-0,54%) y Londres (-0,25%). La excepción ha sido Fráncfort que ha repuntado un 0,13%.

También los mercados asiáticos han cerrado a la baja. El índice Nikkei de Tokio ha retrocedido un 2,22% hasta mínimo de cinco meses, arrastrado por la devaluación del dólar y por las pérdidas significativas registradas la víspera en los mercados estadounidense y europeos. Los mercados bursátiles del Sudeste Asiático, salvo Filipinas, han cerrado con pérdidas, lideradas por Vietnam.

Los últimos datos económicos de EE.UU. han reducido el apetito por el riesgo de los inversores, pese a que todavía no está claro que se trate de un debilitamiento económico. Al mismo tiempo suben las primas de riesgo de la deuda soberana de muchos países de la periferia europea.

Asimismo, ha caído el precio del petróleo y el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, se paga algo por debajo de 83 dólares. "Los inversores reducen sus riesgos", ha dicho el experto de Davy Research Conall Mac Coille.

El estratega jefe de Citi en España, José Luis Martínez Campuzano, ha reconocido que es complicado en situaciones de confusión como la actual identificar las razones de un mayor o menor castigo relativo.

Volatilidad en máximos

Lo cierto es que el índice VIX de volatilidad del mercado de opciones de Chicago (Chicago Board Options Exchange Market Volatility Index), cuyo recorrido es inverso al de los mercados, marcaba su mayor nivel desde mayo de 2012, por encima de 26 puntos.

La volatilidad nos permite evaluar el riesgo: si un valor es muy volátil, es más difícil predecir su comportamiento, por lo que incorpora mayor incertidumbre para el inversor. Por lo tanto, a mayor volatilidad, mayor riesgo, y cuanto más sube el VIX, mayor es la inestabilidad y el miedo.

En el mercado de divisas, el euro se ha depreciado frente a la moneda estadounidense y se cambiaba a 1,274 dólares.

El Gobierno quita importancia a la caída

Por su parte, el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, ha restado importancia al desplome del Ibex 35 porque a su juicio es un retroceso coyuntural en tanto que "los fundamentos de la economía española son sólidos".

En el II Foro Anfac y PwC, García-Legaz ha respondido a la prensa que es "normal que las Bolsas tengan estos movimientos", y apunta que el IBEX 35 ha experimentado un crecimiento "muy notable en los últimos dos años".

"Lo importante es ver los fundamentales de la economía, que es lo que al final explica el comportamiento de las Bolsas en el medio y largo plazo", ha añadido. En su opinión, mientras la economía crezca, gane competitividad, cumpla con sus objetivos presupuestario y se financie como lo está haciendo, no debería existir preocupación.