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'Underground', el inédito Murakami periodista

  • El autor investigó los atentados con gas sarín en el metro de Tokio
  • El libro se traduce al español 17 años después pero en volumen único
  • Murakami se aleja de la ficción para centrarse en la "gente corriente"

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Estación de metro de Tokio.
Estación de metro de Tokio.

"Sé que no doy la impresión de sufrir un dolor constante, pero imagínese lo que sería llevar un casco de piedra día y noche... (...). Si hubiese muerto, todo habría resultado más sencillo, no tendría que soportar este sinsentido...". Este es uno de los escalofriantes testimonios de una de las víctimas de los atentados con gas sarín en el metro de Tokio perpetrados el 20 de marzo de 1995 y que el escritor japonés Haruki Murakami recopiló en un libro que casi 20 años después del ataque llega a España, Underground (Tusquets, 558 páginas, 22,90€).

En el atentado, perpetrado por la secta Aum Shinrikio (Verdad Suprema) de modo coordinado en cinco trenes del metro de la capital japonesa entre las 07.30 y 08.00 horas, murieron 13 pasajeros, 54 personas resultaron heridas graves y casi mil resultaron afectadas.

Profundamente conmovido por el atentado, como todos los japoneses, y, especialmente, por sus consecuencias posteriores en las víctimas, Haruki Murakami, ya entonces autor de renombre, cogió la grabadora y la pluma de periodista y entrevistó durante todo 1996 a alrededor de 60 víctimas, además de doctores y psicólogos, y en 1997 se publicó Underground en el país nipón. Un año después, en 1998, publicaba una segunda parte, El lugar que nos prometieron. Underground 2, que reunía las entrevistas que realizó a adeptos y exadeptos de la secta que cometió los atentados -aparecieron primero por entregas mensuales en la revista Bungei Shunju bajo el título de Post-Underground-. Ambos libros fueron muy polémicos en Japón.

Un episodio no cerrado

Pese a haber transcurrido entre 16 y 17 años tras su publicación, Underground no llega a España tan desactualizado como pudiera parecer. En primer lugar, porque no es aún un episodio cerrado en Japón, pues la secta Verdad Suprema aún existe, bajo estrecha vigilancia, y hace poco más de dos años, en 2012, fueron detenidos los dos últimos autores materiales del atentado, que estaban huidos desde entonces. Además, el cabecilla de la secta y cerebro de los ataques, Shoko Asahara, aún está a la espera de fecha de ejecución tras ser condenado a muerte.

Aunque pueda considerarse un "trauma superado en la superficie", no para las víctimas, y en la agenda informativa nipona solo aparezca puntualmente, todavía hay quienes consideran que "las causas profundas que condujeron al crimen no han desaparecido y temen que se pueda reproducir algo parecido en algún momento".

Así lo defiende en una entrevista con RTVE.es Fernado Cordobés, traductor de la obra al español junto a su mujer, la japonesa Yoko Ogihara, a la vez que resalta el "enorme acierto" y la "valiente decisión" de Tusquets de publicar la obra en su totalidad. Es decir, solo los lectores españoles pueden disfrutar de una edición que reúne los dos libros que en Japón se editaron de forma independiente, además de haber respetado el volumen completo, pues la edición inglesa -publicada en el año 2000- está recortada y abreviada y recoge solo la mitad de los testimonios. Su traducción ha supuesto alrededor de un año de trabajo.

Cordobés, que es la primera vez que traduce a Murakami pero se confiesa admirador de un autor que es "un fenómeno fuera de lo común", cree además que Underground brinda "una buena oportunidad para conocer la realidad concreta de la vida diaria de millones de personas en una ciudad como Tokio".

El Murakami de la gente corriente

Este libro permite también a los lectores españoles, devoradores de la obra del japonés, descubrir un Haruki Murakami distinto, que se aleja de la ficción y su singular universo fantástico. No obstante, el propio autor apunta que una de las razones que le llevó a escribir el libro fue la similitud que encontró entre los adeptos de la secta, acechando a los viajeros del metro, y sus 'tinieblos', unas "criaturas malvadas" que viven en el mundo subterráneo y que aparecen en El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas (1985; 2009 en español).

"Es el mismo Murakami de siempre que deja de lado la creación literaria, para centrarse en la historia de gente corriente que se encontró un buen día inmersa en una locura que podía haber costado la vida a miles y miles de personas", explica el traductor sobre esta obra, a la que el superventas japonés dedicó "mucho tiempo y esfuerzo" para "ampliar la perspectiva sobre el atentado para colocarlo en un marco más amplio" y, de alguna manera, "llenar el vacío" que dejaron sobre este caso los medios de comunicación "condicionados por otras urgencias".

Cordobés, asentado desde hace un año en la isla de Kyushu con su mujer, junto a la que lleva cinco años traduciendo literatura japonesa al español, recuerda además que Murakami acababa de regresar a Japón poco antes del atentado tras vivir varios años en el extranjero y el suceso le dejó "desconcertado", por lo que "quiso entender el por qué de todo aquello".

De hecho, lo que arrancó al escritor fue la lectura de una carta al director de una víctima cuya salud se deterioró de tal manera que afectó también a su vida laboral y terminó por dejar el trabajo, pues "no pudo recuperar el ritmo 'normal' de sus compañeros en una sociedad en la que se trabaja a un ritmo desenfrenado". "Fue víctima, por tanto, del atentado y de una sociedad obsesionada con el trabajo en la que, obviamente, hay cosas que no funcionan", señala el traductor. Este caso se repite en muchas de las víctimas entrevistadas para Underground que, en muchos casos, se vieron obligadas a dejar el trabajo o fueron rebajadas de responsabilidades, por la incomprensión de jefes y colegas, un rasgo que podría ser común en las sociedades modernas postindustriales, pero que en Japón llega "a extremos desconocidos en otros lugares".

Un retrato de la sociedad japonesa de la mano de su autor contemporáneo más universal.