Rusia impone restricciones temporales a la importación de derivados cárnicos de la UE
- Detecta varios casos que violan la normativa del país en materia sanitaria
- Los análisis revelan la existencia de bacterias patógenas y metales pesados
El Servicio de Vigilancia Fitosanitario y Veterinario de Rusia (Rosselkhoznadzor) impondrá a partir de este martes restricciones temporales a la importación de productos derivados cárnicos de la Unión Europea (UE) tras detectar varios casos que violan la normativa del país en materia sanitaria.
El organismo ruso ha informado de que ciertos productos de la UE, que no se habían visto afectados por el decreto del pasado 7 de agosto que prohibía la importación de productos agrícolas y alimentarios de los países que han aprobado sanciones contra dirigentes y entidades rusas, presentaban componentes prohibidos por la legislación.
En concreto, en los últimos dos meses de vigilancia se han identificado 17 casos de incumplimiento de las normas sanitarias vigentes en la Unión Aduanera de Bielorrusia, Kazajistán y Rusia en productos de una serie de países de la Unión Europea (Alemania, Austria, Dinamarca, Alemania, Italia y Polonia).
Los análisis han revelado que los productos contenían bacterias patógenas, metales pesados y, lo que considera de particular preocupación, el antibiótico cloranfenicol, prohibido en la UE, lo que indica una "falta de control" por parte de los servicios veterinarios de los países europeos.
"Teniendo en cuenta las violaciones sistemáticas y graves de la legislación de la Unión Aduanera, de Rusia y de la propia Unión Europea (...), Rosselkhoznadzor considera necesario imponer restricciones temporales a las importaciones de productos de todas las empresas que operan en la UE", ha subrayado.
Según la agencia rusa Ria Novosti, la prohibición afectará a productos derivados del vacuno y el porcino, a harinas de carne y grasas de vacuno, porcino y aves.
Empresas latinoamericanas y asiáticas a la conquista del mercado ruso
Recientemente el presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió a la Unión Europea que le será difícil volver al mercado ruso una vez éste sea ocupado por empresas latinoamericanas y asiáticas.
"El peligro para nuestros tradicionales suministradores es que cuando una compañía se asienta en un mercado, en este caso en el ruso, apartarla ya va a ser muy difícil después, si no imposible", dijo.
En su opinión, "las compañías europeas lo entienden, por lo que están muy decepcionadas con sus Gobiernos" por su política de sanciones contra Moscú.