Luke Evans: "Drácula también tenía un lado humano, seguro que no era malo 24 horas al día"
- RTVE.es entrevista al actor protagonista de Drácula, la leyenda jamás contada
- "Es una mirada innovadora" basada en la figura histórica de Vlad el Empalador
- "Christopher Lee es maravilloso, pero mi Drácula favorito es el de Gary Oldman"
- "Cuando el éxito te llega a los 30 sabes apreciarlo y agradecerlo", dice el actor
FICHA TÉCNICA
Título original: Dracula Untold
Año: 2014
Duración: 92 min.
País: Estados Unidos
Director: Gary Shore
Guion: Matt Sazama, Burk Sharpless
Reparto: Luke Evans, Sarah Gadon, Dominic Cooper, Charles Dance, Zach McGowan, Samantha Barks, Thor Kristjansson, Art Parkinson
A sus 35 años, el galés Luke Evans es prácticamente un recién llegado al mundo del cine, pero se ha convertido en el hombre de acción del momento con títulos como El Hobbit: La desolación de Smaug (2013), donde interpreta a Bardo el arquero -también está en la tercera parte de la saga-, Fast&Furious 6 o dando vida al Aramis de Los tres mosqueteros (2011). Solo cuatro años después de debutar en cine, le llega su primer gran papel protagonista interpretando nada menos que a Drácula, el monstruo que quizás haya dado más juego literario y cinematográfico de la historia -se han rodado alrededor de 300 películas con él como protagonista-.
117 años después de que Bram Stoker publicase su novela sobre el vampiro y 83 años después de que Universal estrenase el primer Drácula (1931), con Bela Lugosi -Nosferatu (1922) es anterior, pero Murnau no tenía los derechos del nombre-, llega una nueva revisión del clásico de la mano de los mismos estudios, Drácula, la leyenda jamás contada, que pretende descubrirnos al personaje histórico tras el vampiro, Vlad III El Empalador.
"Es una mirada muy innovadora y original sobre los orígenes de un personaje que conocemos de sobra, porque el público realmente desconoce cómo Drácula se convirtió en Drácula", explica en una entrevista con RTVE.es Luke Evans, que promociona en España la película que se estrena este viernes 24, dirigida por el debutante Gary Shore y coprotagonizada por Sarah Gadon (The amazing Spiderman 2, Dominic Cooper (Capitán América) y Art Parkinson y Charles Dance (ambos en Juego de Tronos).
Vlad III era un príncipe nacido en 1431 en Transilvania y que reinó en Valaquia y Transilvania entre 1448 y 1476, perteneciente a la Orden cristiana del Dragón como su padre, de donde le venía el sobrenombre de Drácula, "hijo del dragón o del diablo". En sus cruentas batallas contra el Imperio Otomano, Vlad III torturaba a sus enemigos empalándolos, por lo que se le conoció también como Vlad el Empalador.
En esta nueva película, descubrimos a qué dilemas debe enfrentarse este personaje histórico para proteger a su pueblo y a su familia.
"Vlad era un príncipe que, desde luego, tenía un pasado oscuro y hacía cosas no muy agradables, pero también era un guerrero, un padre y un marido y gobernó en periodos de paz de modo justo. Estoy seguro de que también tenía su lado bueno y humano, y que no era malo las 24 horas del día", cuenta apasionadamente Evans.
Su papel más duro en lo físico
El actor galés, que confiesa que más que asustarse le sorprendió que le ofrecieran el papel porque todos los Dráculas que conocemos "eran mucho más mayores que yo" hasta que descubrió que el guion trataba del personaje histórico, asegura que fue precisamente ese antagonismo lo que le interesó: "Como actor tenía que ver si era capaz de retratar el lado oscuro, pero también su lado bueno y ese tormento entre la oscuridad y la luz".
Evans, que buceó entre una gran abundancia de información histórica sobre Vlad, "muy sesgada en muchos casos y que distinas naciones han ido cambiando a lo largo de los años", reconoce que las mayores dificultades las ha encontrado en la preparación física del papel. Y es que la película recoge varias batallas para las que el actor tuvo que prepararse decenas de coreografías e, incluso en una de ellas, recibió un golpe en un ojo que a punto estuvo de dejarle tuerto.
"El aspecto físico ha sido my exigente, es lo más duro que he hecho físicamente para un papel. No solo en el aspecto estético, también en la fuerza que me hacía falta para luchar con la armadura y hacer todas esas secuencias de peleas durante mucho tiempo", explica.
De estas batallas, Luke Evans se ha quedado como recuerdo la espada de Drácula. Y es que el galés se ha convertido en un fetichista coleccionista de armas de películas: "También tengo la del tercer capítulo del El Hobbit, una espada del antepasado de Bardo, y mi espada de Aramis de Los tres mosqueteros", ríe.
Y en lado mitómano, ¿cuál es su Drácula preferido de todos los tiempos?: "Son todos muy brillantes cada uno a su manera. Christopher Lee es maravilloso, pero mi favorito probablemente sea Gary Oldman en la película de Coppola".
"A los 30 sabes apreciar el éxito"
De familia humilde, hijo de un albañil y una limpiadora, la carrera de Evans arrancó en el año 2000 en el West End londinense y se dedicó durante ocho años exclusivamente a hacer musicales, como La Cava, Taboo o Avenue Q, para en 2008 hacer su primer papel dramático sobre las tablas y no fue hasta 2010 cuando debutó en la gran pantalla con Sex & Drugs & Rock.
Lo bueno de saltar a la fama a los 30 es que "sabes apreciarlo", según el actor británico, quien admite que tras diez años siendo actor de teatro el poder hacer una película "fue un sueño hecho una realidad". "Realmente agradecí mucho esa oportunidad y, seis años después, sigo estando muy agradecido. Y ahora estar aquí hablando contigo de mi primer gran papel protagonista de una película de estudio, es un gran momento en mi carrera", afirma un complacido Evans.
Saciada ya su sed de sangre con Drácula, la leyenda jamás contada, ¿de qué esta ahora sediento Luke Evans?: "De oportunidades de interpretar personajes que no haya hecho todavía, roles que todavía no he tocado y de trabajar en otros géneros. Sí, hay una cantidad de papeles que me gustaría interpretar. Ya veremos".