La CNDH de México acusa a ocho militares del asesinato de 15 personas en Tlatlaya

• 12 de los 22 presuntos delincuentes se rindieron y otros estaban heridos
• El informe contradice las últimas declaraciones del organismo
• El pasado 30 de junio 22 personas murieron en Tlatlaya

Imagen de una manifestación a favor de los militares mexicanos el pasado 11 de octubre.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de México ha revelado que ocho militares asesinaron a 15 de los 22 muertos registrados el pasado 30 de junio en Tlatlaya, en el estado de México.

Los hechos de Tlatlaya, por los que la fiscalía mexicana había acusado a tres militares, constituyen una de las "peores violaciones" de derechos humanos cometida por miembros del Ejército, según ha señalado el presidente de la CNDH, Raúl Plascencia, al presentar el informe en la capital mexicana.

El informe contradice las declaraciones de la CNDH y de su presidente que en septiembre pasado aseguraron tener claro que había ocurrido un enfrentamiento de militares con presuntos delincuentes en Tlatlaya.

Se ridieron antes de la ejecución

En un largo informe donde se reproducen las declaraciones de las tres personas sobrevivientes, la CNDH indica que 12 de los 22 presuntos delincuentes se habían rendido y que otros tres se encontraban heridos. Todos fueron asesinados por los militares que participaron en esos hechos, según el documento.

Asimismo, asegura que las autoridades alteraron el lugar de los hechos para tratar de simular un tiroteo y le proporcionaron a la comisión fotografías a modo de prueba ocultar de que había sido una ejecución.

La Comisión ha emitido por estos hechos una recomendación a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), a la Procuraduría General de la República (PGR) y al gobierno del estado de México, donde ocurrieron los hechos.

Por su parte, el titular de la CNDH ha solicitado la reparación del daño a los familiares de las víctimas.

Acusación de "homicidio calificado"

La PGR ha acusado hasta el momento de "homicidio calificado" a tres militares y a otro más por "encubrimiento" por ocho de las 22 muertes de civiles ocurridas en Tlatlaya el 30 de junio pasado.

El fiscal mexicano, Jesús Murillo, calificó este hecho como "bastante grave" debido a que se trata de "homicidio calificado", aunque aclaró que las investigaciones continúan abiertas, por lo que puede haber más acusados.