La banca española debe reajustar el valor de sus activos en 3.200 millones, según el BCE
- Es la menor modificación dentro de los 19 países evaluados por ese organismo
- La revisión de activos es la causa del déficit de capital de Liberbank
Los 15 bancos españoles evaluados por el Banco Central Europeo deberán ajustar en unos 3.200 millones de euros el valor de los activos bancarios que figuraban en sus balances a final de 2013, debido a que estaban sobrevalorados. Ese ajuste será de 48.000 millones de euros en el conjunto de la banca europea analizada.
Este ajuste representa -en porcentaje sobre los activos- el menor de los que tendrán que realizar los sistemas bancarios de los 19 países del euro -según ha destacado el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, y el ministro de Economía, Luis de Guindos-, algo que los expertos relacionan con el proceso de reestructuración del sector exigido como condición para el rescate bancario y con los controles de la troika, vinculados a esa financiación pública.
La valoración de activos, causa del agujero en Liberbank
Además, en 14 de los 15 bancos, se dispone del colchón de capital suficiente para hacerlo sin caer en déficit. Solo en el caso de Liberbank, el ajuste de la valoración de los activos abrió un agujero de 32,24 millones en sus cuentas y le convirtió en el único banco español que no aprobó la evaluación global del BCE.
La evaluación del BCE ha tenido dos partes: la primera -que se hacía por primera vez-, una revisión detallada de los activos de cada banco al cierre de 2013 (es decir, préstamos, hipotecas, inmuebles adjudicados…) para comprobar que valen lo que la entidad decía, y la segunda –realizada ya sobre los datos con activos valorados correctamente-, son las pruebas de solvencia o test de estrés, una proyección para saber cómo se comportaría cada banco en un escenario económico probable y en otro más adverso.
Para aprobar todo el examen, cada entidad debía aprobar los tres pasos por separado: la revisión de activos (llegar al 8% de capital de máxima calidad tras los cambios exigidos), el comportamiento en la situación económica básica (superar un mínimo del 8% de capital de máxima calidad) y, lo más difícil: mantener más de un 5,5% de capital de máxima calidad en las condiciones económicas duras marcadas por el BCE.
El resultado conjunto de ambas pruebas reveló que 25 entidades de las 123 analizadas presentaban un déficit de capital de 24.600 millones de euros. Doce de ellas ya habían cubierto ese agujero con medidas de captación de capital en 2014, por lo que el déficit de las 13 restantes sería de 9.500 millones.
Liberbank es uno de los bancos que ha cubierto su déficit a lo largo de este año, al conseguir 637 millones de euros mediante la captación de capital y la conversión de productos híbridos, como las preferentes o la deuda subordinada.
La cartera empresarial, la más desajustada
El roto en las cuentas de la entidad nacida de la fusión de tres cajas de ahorro (Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria) se produce al tener que reducir en 208 millones de euros el valor de los activos que recogía en libros al cierre de 2013, sobre todo, por el desajuste en su cartera de operaciones con grandes empresas.
La sobrevaloración de esa misma cartera empresarial se registraba en ocho bancos españoles de los 15 evaluados. En términos absolutos, el mayor impacto de la revisión de ese tipo de activos fue el del Santander, que debe ajustar en esa cartera la totalidad de los 287 millones de euros que se le exigen.
Igual que en el caso de Liberbank, en Banco Mare Nostrum, Unicaja-Ceiss, BBVA y Bankinter la modificación en la valoración de las operaciones con grandes empresas supone el mayor reajuste de activos de esas entidades.
Destaca el caso de BBVA, donde otra parte importante del total de 965 millones de euros que debe ajustar el valor de sus activos –el mayor entre los bancos españoles- corresponde a inmuebles residenciales minoristas.
Esa misma cartera inmobiliaria minorista, junto a la de operaciones con pymes, son las que más debe ajustar el Popular que, con 644 millones de euros, debe realizar la segunda mayor modificación de la valoración entre las entidades españolas.
Este banco, además, es el único para el que el BCE ha recortado -en casi 28 millones- el valor de los inmuebles adjudicados que mantenía en cartera al final del año pasado.
Las valoraciones de los activos de pymes son las que más deben modificarse en Cajamar, el banco al que se exige el tercer ajuste más importante entre los españoles (298 millones).
En el otro extremo, el de los bancos con mejores valoraciones de activos, destaca el Sabadell, que no debe realizar ninguna modificación sobre sus activos al cierre de 2013, o el de IberCaja y Catalunya Banc, que solo deben realizar ligeros cambios (de 7 millones y 11,7 millones, respectivamente).