España mejora 20 puestos en la clasificación que mide el clima de negocios y se sitúa en el 32
- El avance se explica en parte por cambios metodológicos
- El Banco Mundial destaca la simplificación del registro de empresas
- También subraya que se ha facilitado la resolución de insolvencias
- El organismo mundial clasifica cada año la situación en 189 países
España ha mejorado 20 puestos en la clasificación del Banco Mundial que mide el clima para hacer negocios y examina las regulaciones que favorecen o perjudican la actividad empresarial.
Así, en el último informe Doing Business 2015, figura en la posición 32 de las 189 economías analizadas, aunque gran parte del avance se explica por los cambios en la metodología y revisiones de los datos, que hacen que la posición española actual "sea más realista porque está mejor medida", según fuentes del Ministerio de Economía.
Ese mismo estudio hace un año situaba a la economía española en el puesto 52.
España ha mejorado en el último año en cuatro de las diez áreas de regulación que valoran la facilidad para hacer negocios en el país, lo que ha permitido elevar su puntuación desde los 72,24 puntos hasta los 73,17 puntos, lo que le acerca al nivel de 100 puntos que marca las mejores prácticas globales en la regulación de los negocios.
Poner en marcha un negocio: 138 días en 2004, 13 días ahora
En concreto, España ha hecho más fácil poner en marcha un negocio, al introducir un sistema electrónico común para varias agencias públicas que simplifica el registro de una empresa. Además, ha facilitado la transferencia de propiedades al reducir los impuestos en este sentido.
Asimismo, España ha rebajado la presión fiscal para las empresas y ha dado más facilidades para resolver los problemas de insolvencia, con la modificación de la legislación sobre concurso de acreedores.
"España simplificó los registros de empresas introduciendo un sistema electrónico que vincula varias agencias públicas. Estas reformas están generando beneficios tangibles para los emprendedores. Por ejemplo, si en 2004 poner en marcha una empresa en España llevaba 138 días, este año lleva sólo 13", destaca el informe.
Tras estas cambios, España destaca en las clasificaciones de resolución de insolvencias (puesto 23), comercio transfonterizo (30), protección de inversores minoritarios (30), el acceso al crédito (52) y registros de la propiedad (66).
Las peores clasificaciones las obtiene en el ránking de cumplimientos de contratos -con el puesto 69-, en la categoría de poner en marcha un negocio y en la de obtención de electricidad (74 en ambas) y en la de pago de impuestos (76). La peor posición la obtiene en la categoria que analiza los permisos de construcción, al situarse en la 105.
Singapur y Hong Kong, en cabeza, y Eritrea y Libia, a la cola
En términos generales, Singapur ha vuelto a ocupar la primera posición en la clasificación de países donde es más fácil hacer negocios, por delante de Hong Kong, Nueva Zelanda, Dinamarca y Corea del Sur, que mantienen los puestos de privilegio del informe anterior, una vez revisado el ránking.
También repiten Noruega en el sexto puesto y Estados Unidos en el octavo. Por contra, Reino Unido gana una posición, la octava, que pierde Finlandia, que cae a la novena. Australia vuelve a cerrar un año la lista de los diez primeros clasificados en el informe del Banco Mundial.
En el extremo opuesto, la lista la cierran de nuevo Eritrea (189) y Libia (188), mientras que República Centroafricana pierde una posición, hasta el 188, que gana Sudán del Sur, que asciende al 187.
En el caso de la zona euro, además de Finlandia, las mejoras posiciones las ocupan Irlanda (que sube desde el 17 al 13), Alemania (que baja del 13 al 14) y Estonia (que baja del 16 al 17). Por su parte, Francia sube del puesto 33 al 31 e Italia baja del 52 al 56.
El informe revela que los emprendedores locales de 123 economías vieron mejorar su entorno regulatorio el año pasado, ya que desde junio de 2013 hasta junio de 2014, se llevaron a cabo 230 reformas de la regulación de los negocios. De ella, 145 tenían como objetivo reducir la complejidad y el coste asociado al cumplimiento con las regulaciones empresariales y 85 estaban encaminadas a robustecer las instituciones legales.