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Gipi vuelve al cómic con 'unahistoria'

  • Un cómic sobre el miedo, la debilidad del ser humano y la belleza
  • Ha tardado cinco años en volver a encontrar la inspiración

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Fragmento de la portada de 'Unahistoria', de Gipi
Fragmento de la portada de 'Unahistoria', de Gipi

Cinco años sin "dibujar nada bueno" le han servido al ilustrador italiano Gianni Pacinotti, conocido como Gipi, para crear lo que se podría considerar una delicada, y artísticamente deliciosa, obra sobre el miedo, la debilidad del ser humano y la belleza, unahistoria (Salamandra Graphic).

"Empecé a escribir esta novela después de 5 años en los cuales no conseguía escribir y dibujar nada bueno. Pensaba que el cómic me había abandonado. En aquellos años trabajaba como ilustrador y también hice una película (L'ultimo terrestre, 2011), pero los cómics, simplemente, ya no me salían", reconoce este polifacético artista con categoría de celebridad en Italia.

Con esta sensación de abandono, y con una trayectoria a sus espaldas que comenzó en 2003, un día se "encontró dibujando" la primera página de unahistoria, algo que le produjo una doble sensación: "miedo y asombro".

Miedos y dudas

"No sabía lo que estaba haciendo -describe-. Había dibujado por instinto y tenía miedo de que fuera algo momentáneo, una cosa pasajera, una historia que se pudiera morir entre mis manos como ya había pasado otras veces durante aquellos últimos años". Pero todas estas inseguridades desaparecieron cuando al finalizarla, la releyó y le gustó.

Eso sí, como "casi siempre" le sucede, según confiesa, le pareció que era el trabajo "de otra persona que había vivido un siglo antes".

El que se acerque a unahistoria no verá por ningún lado estas dudas y miedos del autor, sino que se meterá en una historia rotunda en la que el protagonista, el escritor Silvano Land, mientras se encuentra hospitalizado en un centro psiquiátrico con evidentes signos de confusión, va desgranando miedos e inquietudes envueltos en frases llenas de belleza.

Viñetas que se entremezclan con otras que narran pasajes de la historia del abuelo del protagonista, Mauro, un soldado que soporta el dolor de la Primera Guerra Mundial con el luminoso pensamiento de su amada.

"La realidad está a mi alrededor"

Consciente de que "nunca" ha tenido ganas de estudiar, Gipi reconoce que sus historias de Gipi no son fruto de largas jornadas investigando sobre Historia porque, si no lo hizo de joven, "tampoco" lo va a hacer ahora.

"La realidad está a mi alrededor, es suficiente abrir los ojos para verla. Además, creo que la experiencia directamente personal es un componente fundamental en mi manera de contar. En unahistoria he contado una historia ambientada en la I Guerra Mundial pero, ni he hecho búsquedas, ni me he dedicado a lecturas específicas sobre el tema", cuenta.

Y por eso, por no apetecerle acudir a los libros, o Internet, Gipi tira de sentimientos para escoger los escenarios de su último cómic: "Lo que necesitaba, y lo que me ha hecho elegir los campos de batalla de la Primera Guerra mundial, era un escenario de desolación y soledad y la 'tierra de nadie' era un sitio ideal para contar los conflictos entre vida y muerte de los personajes".

Unos paisajes que se convierten en pequeñas obras de arte enmarcadas en viñetas dada la faceta pictórica de Gipi, que hace que al trazo dramático de sus personajes se le sumen dibujos a acuarela que intranquilizan y pacifican a la vez.

"La pintura es una pasión y un componente fundamental de mi trabajo. Me cuesta mucho imaginar mi trabajo sin la pintura, por eso al final pintar y dibujar han sido la pasión de mi vida", afirma mientras reconoce que, cuando a esta afición se le sumaron las historias que llegaban a su cabeza, se convirtió en "historietista".

Y ahora, convertido en un ilustrador ganador de todos los premios posibles, ya no puede separarlos. No puede hasta el punto de confesar que tiene escrita una novela sin dibujo, "un libro de verdad como dicen los otros editores italianos", y no consigue publicarlo.