Los maquinistas alemanes rechazan el arbitraje e inician una huelga de cuatro días
- Es el paro de mayor duración que sufre la compañía en los últimos veinte años
- Piden un aumento salarial del 5% y reducción de la semana laboral en dos horas
Los maquinistas de la compañía alemana de ferrocarriles Deutsche Bahn (DB) han rechazado el arbitraje propuesto a última hora por la compañía y han iniciado una nueva huelga, esta vez de más de cuatro días.
El paro ha comenzado en el transporte de mercancías este miércoles a las 15.00 horas y afectará a partir de las 02.00 del jueves y hasta el lunes 10 a las 04.00 también al de viajeros.
Además de exigir que el convenio incluya a otros profesionales -como los revisores y el personal de los vagones restaurante-, el GDL, que representa a los 20.000 maquinistas, aspira a un incremento salarial del 5% para un periodo de dos años y una reducción de la semana laboral en dos horas.
"En ningún momento renunciaremos a nuestros derechos fundamentales para hacerle un favor al empleador Deutsche Bahn", ha dicho el jefe del sindicato de maquinistas GDL, Claus Weselsky, quien ha acusado al consorcio de mantener una postura de bloqueo.
Sexta huelga convocada por los maquinistas
Por su parte, el responsable de transporte de viajeros de DB, Ulrich Homburg, ha dicho que "millones de pasajeros se verán afectados" por esta huelga, la sexta convocada por los maquinistas para presionar en las negociaciones de su convenio colectivo y el paro laboral de mayor duración que sufre la compañía en los últimos veinte años.
La empresa de ferrocarriles espera poder cubrir con un plan de emergencia un tercio de los trenes en las líneas de largo recorrido, y en los trenes regionales entre el 40% y el 60% en el oeste del país y sólo un 20% en el este, donde el sindicato está mejor organizado.
Mientras la canciller, Angela Merkel, ha apelado a la "conciencia y la responsabilidad colectivas" de los maquinistas y ha subrayado que las huelgas, "que constituyen una posibilidad más en las negociaciones de un convenio colectivo, deben ser proporcionadas".
La Confederación de la Industria Alemana ha advertido de las graves consecuencias para las empresas y ha denunciado que "el comportamiento desmedido del GDL es irresponsable y conlleva enormes perjuicios económicos", mientras la Cámara de Industria y Comercio habló de "veneno para Alemania como centro económico e industrial".