Toman durante unas horas el aeropuerto de Acapulco en protesta por las desapariciones
- Han mantenido bloqueadas tres horas y media las entradas y salidas
- Denuncian complicidad de las autoridades en los sucesos de Ayotzinapa
Centenares manifestantes, incluidos compañeros, maestros y familiares de los 43 jóvenes desaparecidos en septiembre pasado en Iguala, han tomado durante tres horas y media el aeropuerto de Acapulco usado por muchos turistas que viajan a la costa del suroeste de México, hasta que han decidido liberarlo cumpliendo el plazo que ellos mismos habían impuesto.
En declaraciones a los medios recogidas por Efe el portavoz de los padres de los estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos el pasado septiembre, Felipe de la Cruz, había explicado que mantendrán cerrado el aeropuerto durante al menos "tres horas"; al final han sido unas tres horas y media. La ocupación se ha iniciado poco después del mediodía de este lunes, hora local.
"Nadie va a entrar ni salir", ha afirmado De la Cruz, después de que los manifestantes entraran en la terminal aérea, en cuyas paredes escribieron mensajes como "Todos somos Ayotzinapa" y "(Enrique) Peña Nieto, asesino", en alusión al presidente mexicano, quien se encuentra de visita en China.
"Van a llegar vuelos, pero no van a salir", ha añadido el portavoz, quien ha prometido que los manifestantes, algunos con palos y escudos en mano, van "a estar en orden".
Previamente, un grupo de manifestantes se ha enfrentado con violencia (lanzamiento de piedras, un cócetel molotov) con un grupo de policías y según las autoridades al menos 11 agentes han resultado heridos, informa AFP. Después de una negociación, los policías se han retirado.
De la Cruz ha dicho que había hablado con el administrador de la terminal área para informarle de que llevarían a cabo la protesta en dichas instalaciones por la desaparición de 43 estudiantes, el pasado 26 de septiembre, de la Escuela Normal de Ayotzinapa.
Exigen más investigaciones
Esos 43 alumnos, la mayoría de entre 18 y 21 años, fueron detenidos por los policías y entregados a miembros del cártel Guerreros Unidos, quienes los mataron y quemaron durante más de 14 horas para evitar que quedaran rastros, según el testimonio de tres de los autores materiales y difundido por las autoridades.
La Fiscalía encontró restos óseos y cenizas en el basurero donde se hizo la hoguera, así como en una de las ocho bolsas que fueron lanzadas a un río por los criminales, los cuales serán analizados por un laboratorio en Austria para lograr la identificación, recuerda Efe.
Los 43 estudiantes tienen el estatus legal de desaparecidos hasta que dichas pruebas corroboren que se trata de ellos, si bien los expertos ya han advertido de que será muy difícil la identificación por la extrema calcinación de los restos.
Los familiares anunciaron el pasado viernes que no aceptaban las explicaciones de la fiscalía mexicana y que no cesarán en sus exigencias y protestas hasta que haya pruebas fehacientes de que sus hijos están muertos.