El autobús siniestrado en Cieza dejó marcas de frenado en el stop que se saltó antes de volcar
- Los investigadores barajan la hipótesis del exceso de velocidad como causa
- Seis heridos en el accidente permanecen en estado grave
El autobús accidentado la medianoche del pasado sábado en la localidad murciana de Cieza dejó marcas de frenado sobre el stop que se saltó antes de cruzar la carretera y caer por un terraplén de unos 20 metros de profundidad, han informado a Efe fuentes cercanas a la investigación.
Este accidente, en el que perdieron la vida 14 de los 57 ocupantes del autobús, se produjo cuando el conductor perdió el control del vehículo, que cayó a una profundidad de unos 20 metros, a la altura del cruce de la carretera de Calasparra (RM714) con la A-30.
Los investigadores siguen trabajando con la hipótesis del exceso de velocidad como causa más probable de este accidente, y sólo han constatado la existencia de marcas de frenado sobre la señal de stop existente al final del carril de desaceleración de la A-30 por el que circulaba en ese momento el autobús.
Según las fuentes, no existen marcas de frenos en ninguna parte del trayecto que recorrió el vehículo al abandonar la autovía en la salida 89 (Calasparra-Jumilla) para tomar una carretera autonómica, pese a que hay distintas advertencias de reducción de velocidad de 80, 60 y 40 kilómetros a la hora, sucesivamente, y un aviso de stop 150 metros antes de la señalización.
La caída por el terraplén y posterior vuelco en un descampado paralelo a la A-30 (en sentido Madrid) podría haberse evitado, según distintas fuentes cercanas al caso, si el conductor hubiera viajado a menor velocidad para poder frenar y reconducir el autobús en la pequeña isleta existente en el cruce de la salida de la autovía con la carretera de Calasparra.
23 personas permanecen ingresadas
El número de heridos en el accidente de Cieza que se encuentran en cuidados intensivos se ha reducido de ocho a seis en las últimas horas, han informado fuentes de la consejería de Sanidad.
En total, permanecen ingresadas 23 personas en diferentes hospitales de la comunidad de Murcia y en el Hospital General de Albacete, de los que seis están graves y 17 con heridas de diversa consideración, 11 de ellos con evolución favorable.
De las personas que se encuentran en cuidados intensivos, dos son mujeres de 43 años que están ingresadas en el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia, en cuyo servicio de Reanimación (REA) hay también un hombre de 45 años con neumotórax.
Además, hay una mujer de 45 años con contusión pulmonar en REA del Hospital Comarcal del Noroeste, en Caravaca; un hombre de 56 años en la UCI del Hospital General Universitario Reina Sofía de Murcia y una mujer politraumatizada en el Hospital General de Albacete.
Según las fuentes, del resto de pacientes, un total de 17, once evolucionan favorablemente, mientras que los otros seis están tardando más en recuperarse.
De los seis heridos en esta situación, cuatro se encuentran en la Arrixaca de Murcia; una mujer de 51 años con fracturas de pelvis está en el Hospital de la Vega Lorenzo Guirao de Cieza, y una mujer de 52 años con politraumatismo en el Hospital General Universitario Morales Meseguer.
De los once heridos que evolucionan favorablemente, uno está en la Arrixaca, tres en el Morales Meseguer, tres en Caravaca y uno, un hombre de 66 años, ha sido trasladado desde el Hospital de Los Arcos de San Javier, que es su centro de referencia, al Servicio de Maxilofacial del Hospital Santa Lucía.
La consejera de Sanidad y Política Social, Catalina Lorenzo, confió en "la pronta recuperación de estos pacientes" y explicó que se ha procedido a trasladar a aquellos pacientes cuya situación clínica lo permitía a sus centros de referencia para que puedan estar más cerca de sus familiares.