Los restos analizados hasta ahora en México no son de los estudiantes desaparecidos
- Según un equipo de forenses argentinos que participa en parte de los análisis
- Los expertos actúan como perito independiente de las familias
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) que realiza un peritaje independiente en las pesquisas sobre la desaparición de 43 estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre en el estado de Guerrero, en México, ha informado de que los restos humanos analizados hasta ahora no son de los jóvenes.
El EAAF ha indicado en un comunicado que a partir del 5 de octubre, de acuerdo con los familiares de los 43 estudiantes y por petición de organizaciones de la sociedad civil estatales y nacionales, actúa como perito independiente de las familias.
Según explica el comunicado "esto significa que los profesionales del EAAF han sido nombrados como peritos en la correspondiente Averiguación Previa y acceden al examen de evidencias correspondientes al igual que los peritos oficiales, pero emiten sus propios dictámenes".
Los expertos del EAAF, que provienen de Argentina, Colombia, México, Uruguay, Francia y Estados Unidos, han intervenido en la exhumación de dos de los 30 restos recuperados en Cerro Viejo/Pueblo Viejo del municipio de Iguala en estado sureño de Guerrero, y en el examen forense de todos ellos. El equipo ha obtenido los resultados genéticos del laboratorio The Bode Technology Group, en Estados Unidos, sobre 24 de 30 restos de Cierro Viejo, ninguno de los cuales mostró probabilidad de parentesco biológico con los 43 desaparecidos.
Sobre los seis restantes se continúa trabajando y se esperan resultados en breve.
Según el equipo "en síntesis, hasta el momento, no ha habido identificaciones entre los restos recuperados en las tres localidades mencionadas y los 43 normalistas". Los tres municipios son Cerro Viejo y La Parota, en el municipio de Iguala, y en Cocula en el basurero y en la orilla del Río San Juan.
La investigación continúa abierta
El pasado viernes la Fiscalía General confirmó que los estudiantes fueron asesinados por miembros del grupo criminal Guerreros Unidos, según el testimonio de tres detenidos que se declararon autores confesos del crimen. Según relataron, los estudiantes fueron detenidos por policías corruptos, entregados al crimen organizado y asesinados por unos sicarios.
Tras quemar los cuerpos de los jóvenes, los autores confesaron que metieron los restos de ceniza y huesos en ocho bolsas de basura y los tiraron a un río cercano, casi todas las bolsas se rompieron pero hubo dos que se echaron al río intactas y, tras una búsqueda en el río, se encontró una de ellas cerrada y llena de los restos analizados.
Según explicaron Patricio Reyes "El Pato", Jhonatan Osorio "El Jona" y Agustín García "El Chereje", los jóvenes fueron arrojados y quemados en un vertedero del municipio de Cocula tras ser asesinados.
El fiscal general, Jesús Murillo Karam, presentó una reconstrucción de los hechos mediante un vídeo con imágenes del lugar donde fueron arrojados los cuerpos y señaló que únicamente quedaba identificar los cuerpos. Sin embargo, la investigación sigue abierta y se seguirá considerando a los jóvenes como "desaparecidos" hasta que los restos encontrados sean identificados por un laboratorio especializado de Austria.