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Alemania y Francia crecen débilmente en el tercer trimestre, pero su PIB cayó en el segundo

  • La economía alemana avanza un 0,1% y escapa por los pelos a la recesión
  • El PIB francés crece un 0,3% y supera la previsión del Banco de Francia

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Merkel y Hollande, en un barco cerca de la isla alemana de Ruegen
Merkel y Hollande, en un barco cerca de la isla alemana de Ruegen.

Las dos grandes economías de la zona euro, Alemania y Francia, han cerrado el tercer trimestre con débiles crecimientos del 0,1% en el caso germano y del 0,3% en el francés, según las cifras provisionales de sus institutos estadísticos. Ambos motores económicos también han revisado sus cifras de abril a junio: Francia había ofrecido una imagen de estancamiento con un crecimiento del Producto Interior Bruto del 0%, mientras que ahora reconoce una bajada del 0,1%. Alemania, sin embargo, mejora sus datos y pasa de un retroceso del 0,2% a caer un 0,1%.

El exiguo crecimiento germano le permite escapar por los pelos a la recesión. París ha conseguido avanzar un 0,3%, una cifra algo mejor de la prevista según el Insee (Instituto Nacional de Estadística y de Estudios Económicos). Por ejemplo, el Banco de Francia estimaba un crecimiento del 0,2% y la mayoría de los economistas eran incluso más pesimistas.

La economía alemana se muestra en líneas generales estable a pesar de la difícil situación económica global. Mientras las inversiones siguen frenando el crecimiento, las exportaciones -que aumentaron más que las importaciones respecto al trimestre anterior- contribuyen a impulsar la economía. No obstante, fue sobre todo el consumo privado, que creció considerablemente, el que revirtió la tendencia a la baja, subraya Destatis.

Francia espera crecer un 0,4% anual

El incremento del PIB francés en el tercer trimestre, superior al que se esperaba, significa que en caso de estancamiento entre octubre y diciembre en el conjunto del año el alza sería del 0,4%. Eso confirma la previsión del Gobierno galo, según ha destacado el ministro de Finanzas, Michel Sapin, en un comunicado.

Sapin reconoce que esa cifra "sigue siendo demasiado débil para garantizar la creación de empleo que necesita nuestro país". Por eso, insiste en que "la prioridad del Gobierno es trabajar para más crecimiento y más empleo de forma duradera en Francia y en Europa. Ése es el sentido de mi acción a nivel nacional, es el debate que llevo a mis socios europeos".

El gasto de las administraciones públicas francesas, que había ascendido un 0,5% entre abril y junio, se aceleró al 0,8% entre julio y septiembre, señala el instituto estadístico, que lo atribuye al consumo de medicamentos y de servicios sanitarios.

El consumo de los particulares, por su parte, progresó un 0,2% en el tercer trimestre, tras haberlo hecho un 0,3% en el segundo. La razón de esa ralentización fue la menor expansión de los gastos energéticos (1,2% en lugar del 2,2%) y una caída del gasto alimentario (-0,3% tras 0,9%).

La inversión descendió un 0,6% entre julio y septiembre, cuando lo había hecho un 0,8% en los tres meses precedentes.

Las exportaciones pasaron de una caída del 0,1% a crecer un 0,5% en el tercer trimestre, pero el comercio exterior en su conjunto restó dos décimas al PIB. La demanda interna en su conjunto aportó dos décimas y las variaciones de existencias de las empresas otros tres.

Aumenta el consumo en Alemania

Los tipos de interés extremadamente bajos hace que los consumidores alemanes prefieran gastar su dinero a ahorrar y tener que asumir así pérdidas reales. A esto se suma la buena situación del mercado laboral, que "se mantiene como garante de un desarrollo fiable del consumo privado", tal y como indicaba recientemente el Ministerio de Economía de Alemania.

También la baja inflación contribuyó positivamente al poder adquisitivo y gracias a la notable caída de los precios del combustible para calefacción y de la gasolina, el consumidor tiene más dinero en el bolsillo.

La economía creció, asimismo, en el tercer trimestre de 2014 un 1,2% respecto al mismo período del año anterior. Después del espectacular inicio de año con un crecimiento del PIB del 0,8% y del freno registrado en la primavera, con una caída del 0,1%, los economistas auguraban para este tercer trimestre una subida moderada.

La economía alemana se ha quedado sin fuelle tras frenar en seco en el segundo semestre y es previsible que la situación no cambie hasta entrado el año nuevo, augura el economista jefe del Instituto de Crédito para la Reconstrucción (KfW), Jörg Zeuner.

"Las razones más importantes son la inseguridad derivada de las numerosas crisis geopolíticas, pero, sobre todo, la decepción que se repite una y otra vez ante la ausencia de una recuperación en Europa", precisa. Además el complicado contexto internacional hace que las empresas se muestren muy reacias a realizar inversiones.