El liberal Iohannis se proclama vencedor de las elecciones en Rumanía contra todo pronóstico
- El primer ministro Victor Ponta ha reconocido la derrota pero no dimitrá
- La Justicia podría inhabilitar a Iohannis por una falta cometida como alcalde
- Miles de rumanos en el extranjero se quedan sin poder votar
El candidato liberal Klaus Iohannis se ha declarado vencedor de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Rumanía. Iohannis ha vencido contra todo pronóstico al socialdemócrata y actual primer ministro, Victor Ponta, quien ha advertido que no dejará su cargo hasta las elecciones legislativas de 2016.
Con el 96,5% de los colegios escrutados, el Partido Nacional Liberal de Iohannis ha obtenido el 54,66% de las papeletas frente al 45,33% de la alianza que lidera el actual primer ministro socialdemócrata, según los resultados oficiales hechos públicos por la Oficina Electoral Central, y recogidos por Efe.
La participación se ha situado en un histórico 65%, del que podría haberse beneficiado Iohannis para dar la vuelta a los pronósticos.
Iohannis, pendiente de inhabilitación
La victoria del candidato liberal, sin embargo, puede verse empañada por una decisión pendiente de la Justicia rumana.
Iohannis, que pertenece a la minoría alemana del país, es alcalde de Sibiu desde el año 2000. Su gestión en esta localidad está bajo sospecha porque compatibilizó el cargo con el de presidente de la empresa municipal de aguas, lo que podría constituir una falta de incompatibilidad.
Por este motivo, la Justicia tiene que decidir si le inhabilita para ocupar cargos públicos, lo que le impediría ejercer como presidente.
Su campaña se ha visto también salpicada por las acusaciones de corrupción que han vertido los socialdemócratas, tras revelarse que posee seis viviendas en Sibiu, compradas cuando era profesor en la Facultad de Física.
Llamadas a la conciliación
"Hemos ganado. Hemos recuperado el país", escribió Iohannis en su página de Facebook ya en la noche del domingo, poco después de que los sondeos a pie de urna llevaran a Ponta a reconocer públicamente su derrota.
Ante más de 10.000 partidarios reunidos en Bucarest, Iohannis se ha mostrado conciliador. "La que nosotros deseamos no es una Rumanía de conflicto, ni de venganza. ¡Tenemos la ocasión de demostrarlo con hechos!", ha declarado.
También Ponta ha echo alarde de moderación al aceptar la derrota. "El pueblo tiene siempre razón", ha afirmado el primer ministro a la salida de una reunuión con sus compañeros de partido.
Ponta ha advertido que seguirá ocupando la jefatura del Gobierno hasta las próximas elecciones legislativas, en 2016. "Somos un país democrático, así que acepto el resultado. Espero que lo acepten también aquellos que protestan, no tienen por qué protestar", ha añadido en alusión a las manifestaciones que se estaban produciendo en Bucarest y otras ciudades del país pidiendo su dimisión.
Problemas con el voto desde el extranjero
"Abajo el Gobierno", "la Fiscalía anticorrupción viene a por ti" han gritado los manifestantes en Bucarest. Las críticas han llovido sobre Ponta por los numerosos problemas que han tenido los rumanos residentes en el extranjero para ejercer su derecho al voto.
Los electores han tenido que aguantar colas de hasta seis horas y finalmente miles de ellos se han quedado sin depositar la papeleta por la escasez de centros de votación.
Según ha informado el canal Realitatea, las fuerzas de seguridad de París y Turín han vuelto a actuar con gas lacrimógeno para disolver las colas después de anunciarse que ya no se podía votar.
En España también se han producido incidentes después de que un grupo entrara a la fuerza en el Consulado de Castellón y empujara al cónsul, lo que ha requerido la presencia de agentes locales, según informa Digi24.