Los republicanos acusan a Obama de actuar como un "emperador" por la reforma migratoria
- Los conservadores no se ponen de acuerdo sobre la respuesta
- Los Grammy Latinos se convierten en un agradecimiento a Obama
- Organizaciones de inmigrantes denuncian que la medida se queda corta
La orden ejecutiva anunciada este jueves por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para evitar la deportación de casi cinco millones de inmigrantes indocumentados, ha provocado las reacciones encontradas de los republicanos y de la comunidad latina, la más afectada por la medida.
Los conservadores han mostrado su oposición, como era de esperar, y han calificado al presidente de "emperador". "El presidente ha dicho anteriormente que él no es un rey, ni un emperador, pero desde luego se está comportando como tal", denunciaba, en un vídeo difundido antes del discurso presidencial, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner.
Los republicanos tienen mayoría en ambas cámaras del Congreso (Senado y Cámara de Representantes) tras las elecciones de mitad de mandato, celebradas hace una semana.
El nuevo líder del Senado, Mitch McConell cree que Obama "lamentará el capítulo que se escribirá si sigue adelante". "No es solo que se haya excedido con el plan que ha presentado, como él mismo ha reconocido, es que además es injusto", ha explicado.
"Usaré todas las herramientas a mi disposición para evitar que las medidas inconstitucionales del presidente se lleven a cabo", ha anunciado por su parte Michael McCaul, jefe del Comité de Seguridad Interior de la Cámara.
McCaul vaticina que la medida tendrá un efecto llamada. "Vamos a ver una ola de inmigración ilegal por las acciones del presidente, y el Departamento de Seguridad Interior no está en absoluto preparado para enfrentarse a eso".
Los republicanos, divididos sobre la respuesta
Sin embargo, las medidas a disposición de los republicanos son limitadas. Algunos líderes conservadores, los más radicales, han propuesto bloquear de nuevo el presupuesto federal, pero el resultado sería un cierre de la administración central, como ocurrió hace un año, lo que podría perjudicar las aspiraciones presidenciales de un candidato del partido del elefante.
El senador Ted Cruz (Texas), representante del Tea Party, el ala más conservadora, ha propuesto bloquear todas las propuestas presidenciales en el Congreso. El senador Steve King, de Iowa, ha hablado incluso de impeachment, o desposeer a Obama de la presidencia por vía judicial.
Otras opciones más moderadas incluyen la presentación de un recurso judicial o promover en los parlamentos estatales normas antiinmigración que contrarresten las de la presidencia.
Celebraciones entre los inmigrantes y en los Grammy
El anuncio de Obama de que podían "salir de la oscuridad" fue saludado con gritos de "Sí se puede" en los grupos de inmigrantes que se habían reunido a verlo por televisión.
El día elegido por Obama para hacer su anuncio coincidió con la entrega de los Grammy Latinos, los premios más importantes de la música latina en EE.UU. La gala, precedida por el discurso presidencial, se convirtió en una celebración de la medida y un acto de reconocimiento al presidente.
Tanto el presentador de la gala, el actor mexicano Eugenio Derbez, como muchos de los premiados tuvieron palabras de regocijo por la medida y de agradecimiento al presidente.
"Esta noche es histórica no solo para los artistas latinos, sino para todos los latinos que viven en Estados Unidos", declaró Enrique Iglesias desde París al recibir el premio a la canción del año. El colombiano Carlos Vives dedicó el galardón al mejor álbum tropical a Obama.
"Se queda corto"
Sin embargo, también hay quien piensa que la medida se queda corta y temen que sea revertida por otro ocupante de la Casa Blanca.
"Es un paso en la buena dirección, pero se queda corto", explica a Reuters Cheryl Little, veterana abogada de inmigrantes y directora del centro Americanos para la Justicia con los Inmigrantes, de Miami.
El problema es que el tipo legislativo elegido por Obama, el de deferred action o "acción diferida", implica solo la suspensión de las deportaciones, no su eliminación.
"Una acción diferida no es un estatus legal, es solo una suspensión temporal de las deportaciones", subraya Little.
"¿Quién sabe quién será el próximo presidente, y si puede eliminar esta protección?", expone Mark Hugo López, del Centro Hispano de Pew Research, un prestigioso centro de análisis sociológico.
Muchos inmigrantes tampoco pueden afrontar el pago de sus impuestos atrasados, un pago al que están obligados para regularizar su situación, según López.
Norma Martínez, inmigrante salvadoreña y madre de dos niñas nacidas en Nueva Jersey, no oculta sus temores. "No quiero vivir escondida" - ha explicado a Reuters - "Pero ¿qué pasa si eliminan este programa? Significaría la deportación inmediata".
Otro problema es el desconocimiento. Una encuesta de Pew Research [EN] en octubre mostró que solo el 26% de los adultos de origen hispano estaban al tanto de las intenciones de Obama. El 38% de los que sí la conocían estaban insatisfechos, mientras el 25% se mostraba conforme.