La OCDE mejora sus previsiones para España para este año y el que viene
- Estima que el PIB crecerá un 1,3% este año y un 1,7% el que viene
- Entre sus consejos: rebajar el coste fiscal de trabajadores menos cualificados
La OCDE ha confirmado este martes la revisión al alza de sus perspectivas para la economía española, tanto para este año (1,3% en lugar del 1% que predijo hace seis meses) como para el próximo (pasa al 1,7% frente al 1,5% anterior), y espera que el ritmo se sitúe en el 1,9% en 2016. Sus estimaciones para 2015 y 2016 son inferiores a las del Gobierno español. Entre las recomendaciones a España contenidas en su informe semestral de perspectivas, este organismo insiste en la aplicación de las reformas estructurales y reducir el coste fiscal de la mano de obra menos cualificada.
Estas estimaciones mejoran también las realizadas por la OCDE el pasado septiembre, cuando preveía un avance de la actividad económica del 1,2% en 2014 y del 1,6% en 2015.
Para esta organización, el principal reto de política económica en España es conseguir un crecimiento más sostenido de la productividad y del empleo, lo que requiere "una implementación plena y efectiva de la agenda de reformas estructurales y mayores esfuerzos para cualificar a los desempleados".
También aconseja favorecer la innovación, facilitar la creación y el desarrollo de empresas, aumentar la competencia o modificaciones en el sistema fiscal para reducir el costo de la mano de obra poco cualificada.
El consumo privado, motor en 2014
Con sus previsiones para España, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se alinea con las proyecciones del Fondo Monetario Internacional(FMI) y de la Comisión Europea para este ejercicio y el próximo, y se acerca a las del Ejecutivo español, que en los presupuestos augura un alza del 1,3% del producto interior bruto (PIB) en 2014 y del 2% en 2015.
Las cifras del PIB que calcula para España son mejores que las adelantadas para los tres grandes países de la moneda única europea (Alemania, Francia e Italia) y también más positivas que las de la zona del euro en su conjunto, cuya actividad avanzará un 0,8% en 2014, un 1,1% en 2015 y un 1,7% en 2016.
Los autores del estudio señalan que el incremento de la actividad en la segunda parte de este año (a un ritmo anual del 2%) se ha logrado por la mejora del consumo privado, que ha permitido compensar la ralentización de las exportaciones y ha dado lugar a un crecimiento del empleo más fuerte de lo anticipado.
La tasa de paro se mantendrá elevada
Pese a esa bajada, avisan de que la tasa de paro se va a mantener como la segunda más elevada de los 34 países miembros de la OCDE, solo por debajo de la de Grecia. Así, del pico superior al 26% alcanzado en 2013 se prevé pasar al 23,9% en este último trimestre de 2014; al 22,6% al terminar 2015, y al 21,6% al concluir 2016.
Esa situación "difícil" del mercado de trabajo tiene que ver también con una gran proporción de desempleados de larga duración, una elevada tasa de paro juvenil y una parte importante de trabajadores obligados a contentarse con contratos temporales y a tiempo parcial.
Las consecuencias de todo eso serán una presión sobre los salarios a la baja y una inflación muy reducida (el índice de precios al consumo será de una media del -0,1% este año, del 0,1% en 2015 y del 0,5% en 2016).
Según la OCDE, el principal impulsor de la expansión de la actividad este año está siendo el consumo privado (2,1%), apoyado por una ligera y puntual recuperación del gasto público (0,4%) y la entrada en cifras positivas de la inversión (1%), que compensan el efecto ligeramente recesivo del comercio exterior (que va a restar dos décimas de PIB).
Ralentización del consumo en 2015
La configuración va a modificarse a partir del próximo ejercicio, en el que será sobre todo la inversión la que tirará de la economía, con un avance del 3,6% que se acelerará al 4,9% en 2016.
La inversión tomará así el relevo del consumo privado, que va a ralentizar su ritmo de incremento (1,9% el año próximo y 1,7% el siguiente), al tiempo que el gasto público volverá a disminuir (-1,1% en 2015 y 0,4% en 2016).
El comercio exterior tendrá de nuevo impacto positivo, aportando 0,1 puntos al PIB en 2015, y 0,2 en 2016.
Los principales riesgos que afectan a la previsión sobre España son un comportamiento peor de lo estimado de sus principales socios comerciales de la zona del euro, pero también una reactivación de la tensión en los mercados financieros a la que el país sigue siendo sensible dada su abultada deuda, tanto pública como privada.
Según los cálculos de la OCDE, el déficit público español (del 5,5% del PIB en 2014, del 4,4% en 2015 y del 3,3% en 2016), seguirá engordando la deuda pública, que se mantendrá por encima del 100% del PIB hasta 2016 (en concreto el 100,9%).