El consumo sigue mejorando y permite un crecimiento del 0,5% en el tercer trimestre
- El consumo de los hogares creció un 2,7% respecto a igual período de 2013
- Reduce una décima el avance del segundo trimestre por el nuevo cálculo del PIB
- Las exportaciones crecieron un 3,5% y las importaciones, un 4,7%
- El empleo aumentó un 0,5%, menos que en el trimestre previo
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado este jueves que la economía española creció un 0,5% entre julio y septiembre, gracias a un mayor impulso de la demanda interna, protagonizado por la subida del consumo privado.
El INE también ha publicado este jueves los datos del comportamiento de la economía española con la nueva metodología de cálculo del PIB. Esa modificación ha afectado a la variación del segundo trimestre de este año: en lugar del 0,6% anunciado, el avance fue menor, del 0,5%, lo que supone que la economía creció lo mismo entre abril y junio que entre julio y septiembre.
Además, el dato publicado este jueves para el tercer trimestre coincide con el cálculo preliminar de la oficina estadística del pasado 30 de octubre y con el análisis del Banco de España.
El consumo de los hogares creció un 2,7% respecto a un año antes
Si se compara con el mismo trimestre de 2013, el crecimiento se sitúa en un 1,6%, frente al 1,3% del dato interanual en el trimestre precedente. En ese comportamiento destaca el 2,7% de repunte interanual registrado en el consumo de los hogares, que parece reactivarse respecto al frenazo que experimentó el año pasado.
La inversión empresarial vió reducirse en una décima su crecimiento interanual, que quedó en el 3,1%. Por su parte, como consecuencia del mejor comportamiento de la inversión inmobiliaria, la inversión en activos de construcción remontó ocho décimas su tasa interanual, que aún así sigue cayendo un 1,2%.
En cuanto a la inversión en bienes de equipo, se ralentizó el avance interanual desde el 12,7% del segundo trimestre al 9,5% del tercero. El aumento de la inversión en activos de transporte era más intenso que el de la inversión en maquinaria.
Al analizar los datos intertrimestrales (tercer trimestre respecto a segundo), la demanda interna aumentó en tres décimas su contribución al tamaño del PIB, al pasar de aportar un 2,2% a un 2,5%.
Esa mejora llegó de la mano del consumo doméstico (avanzó un 0,8% respecto al trimestre previo, algo menor a la variación del 0,9% registrada entre abril y junio), ya que el gasto público casi no creció (0,1%) y la inversión vió ralentizado su crecimiento (aumentó un 1%, siete décimas menos que el avance del segundo trimestre), sobre todo, por el frenazo en la compra de bienes de equipo (pasó de crecer un 3,8% a un alza del 1,7%).
Por contra, en el tercer trimestre, el sector exterior restó a la actividad económica un 0,9%, el mismo nivel que en el trimestre anterior.
Ese comportamiento se explica porque las exportaciones crecieron a buen ritmo (3,5%, frente al 1,3% del período abril-junio), pero aún aumentaron más las importaciones (un 4,7%, en comparación al avance del 2,6% en el segundo trimestre).
En clave interanual, las exportaciones aumentaron su crecimiento en más de tres puntos, pasando del 1,5% al 4,6%. Y las importaciones también incrementaron su ritmo de crecimiento desde el 4,8% interanual del segundo trimestre al 8,2% entre julio y septiembre.
El empleo creció un 0,5%, menos que en el trimestre previo
En cuanto al empleo -en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo-, creció un 0,5% entre el segundo y el tercer trimestre, lo que implica cierta ralentización en el ritmo de creación de empleo, ya que esa variación es inferior en dos décimas a la registrada en el trimestre previo.
Sin embargo, el INE destaca que, en términos interanuales, el empleo aumentó a un ritmo del 1,4% -seis décimas más que el incremento del segundo trimestre-, lo que supone la creación de aproximadamente 220.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en 12 meses.
Esta mejoría en el empleo ocupado se refleja en el empleo asalariado, que pasa de crecer un 1,3% interanual en el segundo trimestre a un 1,8% entre julio y septiembre. Por su parte, el empleo no asalariado cayó un 1% respecto a un año antes, pero ese descenso es inferior al del trimestre precedente (–2,2%).
La unión de ese comportamiento con la variación en la jornada laboral media explica el incremento interanual de un punto porcentual de las horas efectivamente trabajadas. Además, el coste laboral unitario cayó un 0,4% respecto al tercer trimestre de 2013.
Esto se deriva de que el crecimiento interanual de la remuneración de los asalariados bajó desde el 1,7% del segundo trimestre al 1,6% en el tercero, como consecuencia de que aumentó el número de asalariados y se redujo en cinco décimas la remuneración media por asalariado (de repuntar un 0,4% en el segundo trimestre pasó a caer un 0,1% entre julio y septiembre).
Más aportación del sector primario y ralentización de la industria
Desde la óptica de la oferta, el INE destaca que las ramas primarias, la construcción y los servicios "presentan un comportamiento mejor que el registrado en el segundo trimestre, mientras que la industria ralentiza su ritmo de crecimiento", rasgos habituales en un trimestre caracterizado por las cosechas agrícolas, la temporada alta del turismo y el período vacacional.
Así, el valor añadido aportado por agricultura, ganadería y pesca al PIB creció un 4,4% entre julio y septiembre (había caído un 3% en el trimestre anterior), mientras que la de los servicios se incrementó un 0,6% (0,5% entre abril y junio) y la de la construcción, un 0,1% (0,5% en el período previo). Por su parte, la industria vió estancarse su contribución a la economía, ya que no registró ningun avance frente al 0,5% que tuvo en el segundo trimestre.
Dentro de los servicios, llama la atención la ralentización del avance en el grupo de comercio, transporte y hostelería (aumentó su aportación un 1%, frente al avance del 1,4% del trimestre anterior). También se redujo con intensidad el alza del grupo de la Administración pública, sanidad y educación, que pasó de crecer un 0,9% entre abril y junio a avanzar un raquítico 0,1%.
Entre las mejoras, destaca la registrada por los grupos de actividades profesionales (pasaron de un crecimiento del 0,2% a un fuerte alza del 2,3%), de información y comunicaciones (pasaron de caer un 0,4% a repuntar un 1,4%).
En términos interanuales, comparando el valor añadido de cada una de las ramas con el que tenían en el tercer trimestre de 2013, destaca la ralentización de la aportación de las ramas industriales, cuyo crecimiento se ha reducido en cinco décimas, pasando del 1,4% al 0,9%.
En cuanto a la rama de construcción, el valor añadido bruto de este sector mejora en 1,4 puntos su evolución, al recortar su caída desde 1,8% a 0,4%.
Por su parte, el valor añadido de los servicios aceleró su crecimiento interanual este trimestre, pasando del 1,3% al 1,6%, como consecuencia del mejor comportamiento en la mayor parte de las actividades. El sector primario también aceleeró su ritmo de crecimiento, pasando del 3,8% del trimestre anterior al 8,4% en el de referencia.