Catalá compara el desafío soberanista de Mas con los fascismos del siglo XX
- Advierte: "Superar la ley con la acción de las masas tiene infaustos recuerdos"
- Afirma que estos planteamientos compromete los derechos y las libertades
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha comparado este martes la ofensiva independentista que encabeza el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, con los movimientos fascistas del siglo XX, al destacar que "no se puede utilizar la fuerza legitimadora de las masas" para saltarse la legalidad.
En un desayuno informativo organizado por Europa Press, Catalá ha advertido de que superar "la ley democrática mediante la acción supuestamente legitimadora de las masas" le resulta "de lo más inquietante, y tiene antecedentes de infausto recuerdo", en referencia a los fascismos y totalitarismos del siglo pasado.
Catalá ha mencionado que estos planteamientos fueron defendidos por el filósofo alemán Carl Smittch, que ocupó diversos puestos bajo el régimen de la Alemania nazi, y que estaban en contraposición con el pensamiento del francés Jean-Jacques Rousseau, partidario de que la voluntad general en las sociedades democráticas se recoja en las leyes.
De esta forma, el responsable de Justicia ha asegurado que no respetar la ley supone un ataque a los principios democráticos, puesto que "la política desaparece de un plumazo y con ella la democracia". "Fuera de la ley no se puede hablar de nada", ha precisado.
"Este tipo de planteamientos compromete los derechos y libertades de todos los españoles apelando al liderazgo carismático de un líder y a la movilización en la calle de las masas para confundirlas con el conjunto de la sociedad", ha señalado el ministro.
Ha indicado también que la Justicia, tiene que estar preparada para responder al desafío que supone la "subversión de los principios democráticos que está detrás de los intentos de una determinada voluntad de situarse por encima de la general".
Según Catalá, la democracia corre peligro
El titular de Justicia ha advertido además que si la ley no se respeta, la democracia podría correr peligro. "Sin respeto a la ley la política desaparece de un plumazo y con ella desaparece la democracia", ha precisado. " Eso, entre otras cosas, aunque les pueda parecer algo grandilocuente, es lo que nos estamos jugado", ha añadido.
"Dejemos actuar a la Justicia y a quienes tienen la responsabilidad de velar por la defensa del interés general. Dialoguemos tanto como haga falta pero no opongamos una cosa a la otra, no son excluyentes. Fuera de la ley no se puede hablar de nada y dentro de ella se puede hablar de todo", ha puesto de manifiesto.
El ministro de Justicia ha abordado también la postura de la Fiscalía General del Estado durante los días previos a la presentación de la querella por la celebración del proceso participativo en Cataluña el 9 de noviembre, que contó con la oposición de los representantes del Ministerio Público catalanes.
"El gobierno puede dar instrucciones a la Fiscalía en aplicación del artículo octavo del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal pero consideró que no era necesario", ha revelado Catalá. "La Fiscalía, desde el primer día, estuvo trabajando y no hubo que promover su actuación", ha agregado, además de calificar su trabajo como de "magnífica calidad".
Dudas sobre la participación
El ministro ha dudado, además, de que, durante la jornada, fueran a votar tantas personas como aseguró la Generalitat catalana. " No sé si son tantos los que fueron a votar", ha indicado. Ha puntualizado que el problema generado no es de los ciudadanos sino "de una administración que cometió actos vedados por el Tribunal Constitucional".
A pesar de ello, ha admitido que no se puede "desconocer" la realidad social de Cataluña, en la que una de la cada tres personas que tenían derecho al voto "parece que se manifestaron a favor de la independencia". La idea del Gobierno y de su presidente, Mariano Rajoy, es la de trabajar por la prosperidad de todos los españoles, también los que residen en Cataluña.
Aunque no citó expresamente los movimientos fascistas europeos de los años 30, el ministro ha recordado que, tras un siglo tan convulso como fue el XX, "el regreso a este tipo de planteamientos compromete los derechos y las libertades de todos los españoles, apelando al liderazgo carismático de un líder, a la movilización en la calle de las masas para confundirlas con el conjunto de la sociedad".