La Audiencia Nacional avala que se investiguen los correos de Blesa por su "repercusión social"
- Su trascendencia prevalece, en este caso, sobre la intimidad del exbanquero
- Son los que intercambió durante 2009 con el Consejo de Administración
- También los que Miguel Blesa mandó a miembros de la Comisión Ejecutiva
La Audiencia Nacional ha avalado la decisión del juez Fernando Andreu de incorporar a la pieza separada en la que investiga la comercialización de preferentes parte de los correos electrónicos corporativos que el expresidente de la entidad Miguel Blesa intercambió desde su cuenta corporativa con los miembros del Consejo de Administración y la Comisión Ejecutiva del banco durante el año 2009 por "su evidente repercusión social".
Según indica un auto de la Sección Tercera de la Sala de lo Penal, hecho público este miércoles, "la trascendencia y repercusión social" de la correspondencia del exbanquero prevalece, en este caso, sobre su derecho a la intimidad y justifica la "inferencia", en aplicación de la jusrisprudencia sentada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
Blesa recurrió la decisión de Andreu alegando que habían sido declarados nulos por la Audiencia Provincial de Madrid junto con toda la investigación que llevó a cabo el juez Elpidio José Silva, añadiendo que fueron obtenidos "ilícitamente" y vulneraban su derecho fundamental a la intimidad, y que se trataba además de una medida "desproporcionada, innecesaria y carente de cualquier fundamento jurídico".
Bankia facilitó 25 correos
La Sala le recuerda que inicialmente, el magistrado rechazó incorporar la totalidad de los correos tal y como se lo había reclamado un afectado por preferentes representado por el despacho Jausas, que había pedido que los solicitara por exhorto al Juzgado de Silva.
Tras ello, la acusación aprovechó que esta misma sala le sugirió que existían "otras vías" para pedir esta prueba para formular un nuevo escrito, en el que especificaba que los correos debían circunscribirse al año 2009 y a los intercambiados con los miembros de la Comisión Ejecutiva y consejeros, que en aquel año estaban compuestos por 21 personas.
De esta forma, Andreu, con el respaldo de Anticorrupción, terminó pidiendo los correos solicitados a Bankia, que facilitó 25.
Podrían haber llegado al juez en "el curso normal" de su investigación
Ahora, la Audiencia recalca que la propia instrucción de este juez "hubiera podido conducir a la obtención independiente" de los correos, sin especificar cuáles, que no fuera mediante un exhorto al Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid.
"Nadie hubiera impedido incorporar a este caso el material informático pertinente", siempre garantizando los derechos fundamentales, que no son "ilimitados", y "toda vez que la existencia de los correos electrónicos es una situación de hecho, dada su evidente existencia", lo que permite que su intervención "sea perfectamente posible", según la fuente.
Por ello, defiende que se trata de una diligencia "jurídicamente independiente por una evidente desconexión de antijuricidad" ya que, insiste, los documentos podrían haber llegado a Andreu en "el curso normal" de su investigación.
Además de ello, recalca que es una medida "proporcional" porque, atendiendo a la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre medidas que pueden afectar a la intimidad, ha de tenerse en cuenta no solo la pena que se pueda imponer, sino también su "trascendencia y repercusión social", que en este caso es "evidente".