Una coalición de 17 estados denuncia las medidas migratorias de Obama
- Lo ha anunciado el fiscal general de Texas y gobernador electo, Greg Abbot
- Consideran que Obama se extralimitó en sus poderes
- La reforma evitará la deportación de cinco de los 11,3 millones de inmigrantes
Una coalición de 17 estados liderada por Texas ha interpuesto una demanda ante un tribunal federal del Estado en contra de las medidas ejecutivas sobre inmigración anunciadas en noviembre por el presidente estadounidense, Barack Obama, por las que se regulariza temporalmente a cerca de cinco millones de indocumentados.
Así lo anunció el procurador general de Texas y gobernador electo, Greg Abbott, que interpuso la demanda ante un tribunal federal al considerar que Obama se extralimitó en sus poderes.
"El presidente está abdicando su responsabilidad de hacer cumplir fielmente las leyes que fueron debidamente aprobadas por el Congreso e intenta reescribir las leyes de inmigración, algo para lo que él no tiene autoridad", ha dicho Abbott.
Los estados que acompañan a Texas en la demanda son Alabama, Georgia, Idaho, Indiana, Kansas, Luisiana, Maine, Misisipi, Montana, Nebraska, Dakota del Sur, Utah, Virginia del Este, Wisconsin, Carolina del Sur y Carolina del Norte, cuyo gobernador, Pat McCrory, ha justificado la participación de su Estado porque "el presidente ha sobrepasado la previsión de equilibrio de poder claramente establecido en la Constitución de Estados Unidos."
Por su parte, la Casa Blanca ha dicho que la orden ejecutiva se encuentra dentro de los poderes presidenciales, y ha argumentado que la respuesta final es que el Congreso que apruebe una reforma migratoria significativa.
Sacar de la sombra a millones de indocumentados
El plan de reforma de la ley de inmigración, que evitará la deportación de cinco millones de indocumentados, fue anunciado por el presidente de EE.UU. el pasado 21 de noviembre.
A partir de 2015, aquellos inmigrantes padres de un ciudadano estadounidense o con permiso de residencia que hayan llegado al país antes de enero de 2010 podrán solicitar un receso temporal de la deportación y obtener un permiso para trabajar durante tres años, siempre y cuando pasen a formar parte de un registro en el que quedarán recogidos sus datos biométricos, cumplan con la verificación de antecedentes y paguen las tasas correspondientes.
"Millones de inmigrantes siguen viviendo aquí de manera ilegal. Buscarlos, detenerlos y deportarlos no es algo realista. Muchos han estado aquí por mucho tiempo, trabajan duro y muchos de sus hijos son estadounidenses. Son parte de la vida americana", destacó Obama antes de afirman que la legalización ayudará a sacarlos de las sombras de la economía sumergida.