Cientos de actos en Sudáfrica recuerdan a Mandela en el primer aniversario de su muerte
- El acto principal se celebra en la sede gubernamental en Pretoria
- El bloque oficialista comienza a fragmentarse
Sudáfrica conmemora este viernes con cientos de actos en todo el país el primer aniversario de la muerte de Nelson Mandela, padre fundador de su democracia y mítico líder de la lucha contra el régimen segregacionista del "apartheid".
Sirenas y vuvuzelas han sonado en toda Sudáfrica antes de que tres minutos de silencio conmemorasen la muerte del líder, fallecido en Johannesburgo hace un año tras una larga enfermedad respiratoria. La ceremonia central de los homenajes al expresidente sudafricano ha tenido lugar en la sede gubernamental, conocida como Union Buildings, en Pretoria.
Allí, veteranos del movimiento antiapartheid se han unido a la viuda, Graca Machel, en un servicio de recuerdo en Pretoria, donde Machel ha destacado que el expresidente era "el centro y el pegamento de su familia".
“Lo echo de menos”
"Tuve el privilegio singular de ser el hombro en el que él era capaz de dibujar el ocaso de su vida, y estoy eternamente agradecido de que me haya elegido para éste", ha señalado Graça, de 69 años. Al acto, celebrado al pie de una estatua de bronce del Premio Nobel de la Paz, ha asistido la familia Mandela, su amigo y compañero de Robben Island, el preso Ahmed Kathrada, y su abogado George Bizos.
La viuda de Mandela, Graca Machel, deposita una corona de flores en la estatua que homenajea a Mandela
"Lo echo de menos", ha señalado con voz temblorosa Kathrada. "Lo echo de menos no sólo como un líder político, sino también como un hermano mayor", ha añadido. La ceremonia ha continuado con un servicio interreligioso en Freedom Park, un monumento al aire libre, también en Pretoria. Allí, Desmond Tutu, arzobispo emérito de Ciudad del Cabo, también ha recordado con cariño de su difunto amigo.
Destacada ha sido la ausencia, sin embargo, del presidente Jacob Zuma - quien presidió el año pasado los diez días de luto nacional y fue abucheado durante la ceremonia de homenaje- que se encontraba de viaje a Pekín para participar en el foro de empresarios de China y África del sur.
En el resto del país, decenas de actos interreligiosos y tribales se han celebrado para recordar al hombre que derrotó al "apartheid".
Miembros de la tribu Khoe durante un acto ceremonial en homenaje a Mandela (AFP PHOTO/STEFAN HEUNIS)
Primer año de una Sudáfrica sin Mandela
Un año después de su muerte y sin referentes morales de la talla de Madiba ni su carismático liderazgo, el bloque oficialista comienza a fragmentarse en un fenómeno de consecuencias imprevisibles para el país. Pese a haber revalidado su habitual mayoría de más del 60 % en las elecciones de mayo, el Congreso Nacional Africano (CNA) partido que lideró Mandela, ha visto irrumpir en el Parlamento a una nueva fuerza política, Luchadores por la Libertad Económica (LLE), de naturaleza y recorrido inéditos.
Surgida de sus propias filas, con el que fuera líder de las juventudes del CNA Julius Malema como cabeza y corazón, el LLE pesca con éxito en los caladeros del oficialismo con un similar lenguaje de movimiento de liberación, que además se ocupa de temas olvidados como la corrupción o la pobreza.
"Por primera vez, los votantes del CNA tienen adonde ir", ha señalado a Efe el analista político Mondli Makhanya, quien destaca la energía y la juventud de Malema (de 33 años) y augura gran proyección a su formación, la tercera en número de parlamentarios tras la Alianza Democrática (AD).
Veinte años después de la liberación, con los objetivos de democracia, convivencia y confianza internacional que promulgó Mandela relativamente bien asentados, las urgencias de las masas pobres y sin formación, aún mayoría en Sudáfrica, parecen colocarse en el centro del debate político. Lo hacen de la mano del descarrile de un CNA acechado por la corrupción, el desprecio de la oposición y el Parlamento, la ineficacia en la gestión de los servicios públicos y su fracaso a la hora generar perspectivas de prosperidad a buena parte de la Sudáfrica excluida por siglos de dominio racista blanco.