El Museo Británico indigna a Grecia al prestar una estatua del Partenón
- Las esculturas se conservan en Londres desde principios del siglo XIX
- Por primera vez ha cedido una pieza al Museo Hermitage de San Petersburgo
- Andonis Samarás, primer ministro griego, considera un "saqueo" la transacción
La decisión del Museo Británico de entregar en préstamo por primera vez una de las esculturas de mármol del Partenón que se conservan en Londres desde principios del siglo XIX ha indignado a las autoridades griegas.
Atenas interpreta como una provocación que se haya cedido al Museo Hermitage de San Petersburgo (Rusia) una escultura sin cabeza del dios fluvial Ilissos encontrada hace 2.500 años en la Acrópolis helena. Se trata de una de las piezas de la colección conocida como los Mármoles de Elgin, adquirida por el aristócrata escocés Thomas Bruce, séptimo conde de Elgin, entre 1801 y 1805, cuando era embajador ante la corte Otomana en Estambul -que ocupaba Grecia- y vendida poco después al Reino Unido.
Grecia reclama las piezas desde hace años y remodeló expresamente en 2009 el Museo de la Acrópolis para demostrar que cuenta con un lugar adecuado para albergar el tesoro arqueológico que Elgin arrancó del Partenón bajo el argumento de conservar su integridad.
La colección del conde escocés comprende 17 figuras de los frontones occidental y oriental del templo helénico, así como 15 de las 92 metopas de la pared sur, una serie de paneles de mármol que representan la batalla de los lapitas y los centauros, y unos 75 metros del friso jónico que ornamentaba el exterior del templo.
Indignación del primer ministro griego
El primer ministro griego, Andonis Samarás, considera un "saqueo" la transacción por la que las figuras acabaron en el Reino Unido y ha subrayado que los mármoles, de valor incalculable y que los griegos identifican con su historia y su civilización, "no pueden ser desmembrados, prestados, ni cedidos".
El director del Museo Británico, Neil McGregor, sostuvo en cambio que la cesión de las piezas es una buena forma de celebrar el 250 aniversario del Hermitage y demuestra que el British es "un museo del mundo y para el mundo".
Los miembros del consejo de administración del centro londinense "siempre han opinado que este tipo de préstamos entre museos deben mantenerse al margen de los desacuerdos políticos entre los gobiernos", dijo McGregor en su blog.
"Nuestros colegas del Hermitage nos pidieron si podríamos hacer un importante préstamo para celebrar su 250 aniversario y el consejo respondió inmediatamente que sí. Y ninguna cesión podría remarcar más adecuadamente la larga amistad entre ambas casas que una escultura del Partenón", agregó el McGregor.
El pasado 20 de noviembre, según reveló hoy el diario británico The Times, empleados del museo empaquetaron la escultura, de unos 1.200 kilos, y la trasladaron al aeropuerto, donde partió hacia San Petersburgo en las bodegas de un avión de pasajeros.
El responsable del Museo de la Acrópolis, Dimitris Pandermalis, se unió a la polémica para lamentar que Grecia ha reclamado en el pasado el préstamo de esos mismos mármoles pero se ha encontrado con la negativa de Londres.
El Reino Unido exigió a Atenas que reconociera por escrito la propiedad británica de las obras antes de cedérselas temporalmente, una condición que no ha sido necesaria en el caso el préstamo a Rusia, según Pandermalis, que ha asegurado que el Museo de la Acrópolis reiterará su petición en un futuro próximo.
El pasado agosto, Grecia inició la campaña "Return, Restore, Restart" ("Devolver, restaurar, empezar de nuevo"), impulsada por la griega Marianna Vardinoyannis, embajadora de buena voluntad de la Unesco, con el objetivo de devolver los mármoles a su lugar de origen.
El director del Museo de la Acrópolis sostuvo entonces que la reestructuración del centro invalida el argumento de que Grecia no cuenta con un espacio adecuado para las piezas y consideró que ambos países deben encontrar una salida dialogada a sus diferencias.
Para Pandermalis, Grecia debe ofrecer una colección de arte a cambio del regreso de las piezas, una oferta que sentaría las bases para pactar "un acuerdo bilateral de colaboración" entre Atenas y Londres.
En octubre, Samarás, primer ministro y antiguo ministro de Cultura griego, se reunió con un equipo de abogados británico que le recomendó recurrir a los tribunales si no se alcanza un acuerdo amistoso, si bien Grecia prefiere explorar la vía del diálogo antes de poner el caso en manos de la justicia.