La justicia de Francia condena a 20 años al exjefe de ETA Sarobe por robos con secuestro
- Por varios robos con secuestro cometidos en Francia entre 2005 y 2006
- Sarobe fue condenado a cadena perpetua por los asesinatos de Capbretón
La justicia francesa ha condenado este viernes a 20 años de cárcel al etarra Mikel Carrera Sarobe, alias Ata, y a 17 años tanto a Zígor Garro Pérez, conocido como Tonino, como a Marina Bernadó Bonada, alias Doktoka, por una serie de robos con secuestro cometidos en Francia entre 2005 y 2006.
El Tribunal de lo Criminal de París impuso, por esos mismos hechos, 12 años de prisión para Borja Gutiérrez Elorduy, 7 años para Iurgi Mendinueta Mintegi y 4 años para Oihan Barandalla Goñi, también implicados en esos atracos que sirvieron para el aprovisionamiento en material de la organización terrorista.
Ibón Gogeascoetxea fue condenado a 5 años, en su caso por un dictamen en apelación, ya que, al igual que Garro, había recurrido la sentencia de 7 años que se le impuso en rebeldía en noviembre de 2006 por los puestos de responsabilidad que ambos ejercieron en el aparato logístico a comienzos de la pasada década.
Las penas de los siete van acompañadas de su expulsión definitiva de Francia cuando las terminen de cumplir.
Robos "con violencia extrema"
En el caso de Ata, Tonino y Doktoka, los jueces en su sentencia establecieron que tendrán que pasar entre rejas al menos dos tercios de sus condenas antes de poder acogerse a cualquier beneficio penitenciario.
Carrera Sarobe (de 42 años de edad), que era el jefe militar de ETA cuando fue arrestado en Bayona el 20 de mayo de 2010, ya había sido condenado en dos ocasiones en Francia, una primera a 20 años y la segunda a cadena perpetua por el asesinato de dos guardias civiles en Capbreton (suroeste de Francia), el 1 de diciembre de 2007.
En los hechos juzgados ahora, la fiscal, Maryvonne Caillibotte, subrayó que "era el miembro con la violencia más extrema y más natural" del comando que en la noche del 23 de octubre de 2006 robó en Vauvert (sureste) 539 armas y decenas de miles de municiones.
Para poder llevarse todo ese botín, los etarras secuestraron a punta de pistola a la madre, a la mujer y a las dos hijas -de siete años y siete meses de edad- del propietario de la Sociedad de Importación y Distribución de Armas y Municiones (Sidam).
Según Caillibotte, Garro Pérez, de 39 años, condenado ya tres veces en Francia, ocupaba un "puesto relativamente dominante en el aparato logístico" en ese tiempo.
El tribunal decidió para él la llamada "fusión" de esta última pena con tres anteriores -dos de 10 años y una de tres-, lo que significa que será la mayor (la de 17 años) la que contará a efectos de los cálculos sobre el tiempo que permanecerá en prisión.
La Fiscalía señala el "doble juego" de ETA
Lo mismo ocurrirá con Bernadó Bonada, de 40 años: la "fusión" de los 17 años a la que le han sentenciado este viernes con las dos sentencias anteriores, de 9 años cada una.
La representante del Ministerio Público había hecho hincapié en la "determinación" que mostró esta mujer en los dos atracos con secuestro por los que ha sido considerado culpable.
Junto al de Vauvert, el segundo fue el que se llevó a cabo el 22 de diciembre de 2005 contra la compañía Radium Bronze de Heudebouville, de donde ETA sustrajo 1.290 kilos de polvo de aluminio, uno de los componentes del amonal utilizado en sus artefactos explosivos.
La Fiscalía hizo hincapié repetidamente durante el proceso en "el doble juego" de ETA, que cometía los atracos objeto de este sumario, entre finales de 2005 y 2006, y al mismo tiempo mantenía conversaciones con el Ejecutivo español que presidía José Luis Rodríguez Zapatero que dieron lugar a una declaración de alto el fuego.
Esa declaración, de marzo de 2006, la organización terrorista no la dio por terminada hasta junio de 2007, aunque entre tanto había perpetrado el atentado contra el aeropuerto de Madrid-Barajas, el 30 de diciembre de 2006, que mató a dos personas.