Millones de chiíes peregrinan a Kerbala entre fuertes medidas de seguridad
- Celebran el Al Arbain, que recuerda la muerte del nieto de Mahoma
- La jornada, que tuvo un récord de asistencia, ha transcurrido con normalidad
- El país está inmerso en una lucha contra el Estado Islámico
Más de 17 millones de peregrinos chiíes han celebrado este sábado en Kerbala, 110 kilómetros al sur de Bagdad, la festividad religiosa de Al Arbain, que marca los 40 días de luto por la muerte en el año 680 del imán Huseín, nieto del profeta Mahoma.
La peregrinación se ha venido desarrollando entre fuertes medidas de seguridad, ante el temor de un posible atentado por parte del Estado Islámico, de confesión suní. La jornada, que ha registrado un récord de asistencia, ha transcurrido con normalidad, a pesar de que el país está inmerso en una lucha contra el EI, que ha tomado importantes zonas del norte y el oeste.
Pese a ello, un civil murió el viernes y otros tres resultaron heridos por el impacto de un misil de mortero en la zona denominada Suq al Basra, a 8 kilómetros al oeste de la ciudad santa, mientras que ataques similares fueron lanzados contra los barrios de Al Shuhada y Al Nasr, sin causar víctimas.
El ministro iraquí de Defensa, Jaled al Ubaidi, ha asegurado en una nota que el plan de seguridad "fue un éxito" y ha pedido que sea un modelo para "extender la autoridad del Estado a las zonas controladas por los terroristas".
Con todo, el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, ha requerido que se atienda también la vuelta de los peregrinos a sus ciudades, dentro y fuera de Irak, tras el fin de la celebración. Los peregrinos chiíes, que suelen ser objetivo de atentados cometidos por grupos extremistas suníes, recorren a pie durante semanas miles de kilómetros hasta llegar a Kerbala.
A lo largo del día, las calles de Kerbala se han visto repletas de peregrinos que visten banderas verdes, negras y rojas para celebrar el Al Arbaín, una festividad que ha sido frecuentemente objetivo de atentados desde el derrocamiento de Saddam Hussein, de confesión suní, quien había prohibido los rituales chiíes.
Más de 29.000 efectivos militares
El Ministerio de Defensa movilizó más de 40.000 efectivos de las fuerzas militares y de seguridad para llevar a cabo la protección de esta festividad y de las caravanas de chiíes que se han desplazado a Kerbala, la mayoría de los cuales ha hecho el trayecto a pie.
Según la tradición chií, Husein y sus seguidores murieron cuando trataban de liberar a los pueblos de la región de la tiranía del segundo califa omeya, Yazid Ibn Muawiyah, que les venció con artimañas (dejándoles pasar hambre y sed), con una fuerza muy superior, de 30.000 hombres.
La batalla de Kerbala marcó el cisma entre las confesiones suní y chií, las dos principales del islam.