La intensa lluvia de Gemínidas supera las previsiones de los astrónomos
- En la madrugada del domingo cayeron 400 meteoros por hora
- Astrónomos grabaron el fenómeno desde el Observatorio del Teide
- Están pendientes de confirmar los datos con centros internacionales
La lluvia de meteoros conocida como Gemínidas, que tuvo su pico en la madrugada del domingo, superó las expectativas de los astrónomos, ya que se contaron cerca de 400 meteoros por hora desde el Observatorio del Teide.
Así lo ha revelado en una nota el equipo de observación del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), cuyos primeros datos recogidos apuntan a una actividad extraordinaria que podría haber doblado los cálculos previstos.
Los astrónomos del IAC ahora investigan las causas por las que la lluvia de meteros fue tan intensa.
Una intensa 'tormenta' de meteoros
Pasada la medianoche, las nubes que cubrían la zona del Observatorio del Teide, en la Isla de Tenerife, se retiraron hasta dejar completamente despejados los cielos y entonces, comenzó la 'precipitación'.
Varias cámaras desplegadas para obtener imágenes de gran campo y una orientada a la Nebulosa de Orión permitieron a los astrónomos valorar la magnitud del evento. En aproximadamente cuatro horas, siete trazos atravesaron un campo tan pequeño como el de la Nebulosa de Orión.
Las Gemínidas 2014 y la nebulosa de Orión. Foto: M. Serra-Ricart & J.C. Casado, IAC.
Estudiantes del proyecto Ruta de las Estrellas ayudaron en los trabajos de campo de conteo de meteoros y cálculo de altura de los meteoros por paralaje. Ahora tienen que confirmar con otros Centros de investigación astronómica internacional los resultados obtenidos.
Sin embargo, según afirma el IAC, los datos para la madrugada del día 14 del muestran una actividad superior a las previsiones de la Organización Internacional de Meteoros, IMO, que predijo que caería una media de un meteoro cada dos minutos.
Qué es una lluvia de 'estrellas fugaces'
Las coloquialmente llamadas ‘estrellas fugaces’ son en realidad pequeñas partículas de polvo de distintos tamaños, algunas menores que granos de arena, que van dejando los cometas a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol. Se desintegran al entrar a gran velocidad en la atmósfera terrestre y crean los conocidos trazos luminosos que reciben el nombre científico de meteoros.
Esto es cierto para la mayoría de lluvias, pero no para las Gemínidas: no existe ningún cometa que coincida con la trayectoria de la nube de 'escombros'.
El origen de las Gemínidas era un misterio hasta que las sondas solares Stereo, de la NASA, confirmaron la aparición de una pequeña cola en el asteroide 3200 Phaeton -en su máximo acercamiento al Sol o perihelio- único objeto que se movía en la misma órbita que la nube de meteoroides causantes de las Gemínidas.
A partir de ese momento, a Phaethon 3200 se le conoce como 'cometa rocoso'. Se trata de un asteroide que se acerca mucho al Sol y posibilita que se forme una cola por rotura de la superficie, debido al calentamiento excesivo (se alcanzan temperaturas de 1000 K).
En el caso de Phaethon, el perihelio es de solo 21 millones de kilómetros -la distancia mínima de Mercurio al Sol es de 46 millones de km-.