Los tatuajes o la vestimenta del agresor contarán al tramitar delitos de odio
- Interior da unas pautas para identificar mejor a las víctimas de delitos por odio
- Para quienes sufren violencia por su raza, orientación sexual, religión o etnia
- En 2013 se registraron 1.172 delitos de este tipo en España
El Ministerio del Interior ha elaborado un protocolo de actuación para que las fuerzas de seguridad cuenten con pautas "homogéneas" que permitan identificar mejor e incorporar a los atestados indicios concretos para formular cargos de imputación contra los agresores y remitirlos a las autoridades judiciales. Entre esos indicios, las fuerzas de seguridad tendán en cuenta detalles como los posibles tatuajes de un agresor, así como su vestimenta o su estética.
El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, ha presentado esta guía que servirá a policías y guardias civiles para mejorar la atención a las personas que son víctimas de este tipo de delitos, es decir, aquellos que han estado motivados por racismo, orientación sexual, religión o etnia, entre otros.
"Son muchísimos indicadores", ha dicho el 'número dos' de Interior, quien ha glosado algunos de los criterios recogidos en este documento.
Otros indicadores: banderas, símbolos o la relación con grupos ultras
Martínez ha subrayado que el protocolo es de uso interno de las Fuerzas de Seguridad del Estado e incluye una serie de "indicadores de polarización" que ayudarán a los agentes a identificar un caso de actitud agresiva hacia colectivos como los inmigrantes o los seguidores de otro equipo de fútbol.
Entre los "indicadores de polarización" de estos delitos, Martínez, ha señalado que las fuerzas de seguridad deberán reseñar la existencia de comentarios vejatorios hacia la víctima, si su agresor portaba banderas o símbolos de carácter extremista".
Así, ha concretado, se tendrá en cuenta que el incidente haya ocurrido "dentro o en el entorno de un determinado lugar como un cementerio o lugar de culto o un establecimiento de un grupo minoritario". También, ha especificado, "la relación del sospechoso con grupos ultras violentos, de manera particular en el ámbito deportivo, la aparente gratuidad de una agresión o la enemistad histórica".
Cánticos en el fútbol
Preguntado sobre si esta iniciativa ayudará a combatir determinados cánticos en los estadios de fútbol, el secretario de Estado señaló que la Ley contra la Violencia en el Deporte, de 2007, ya castiga a quien coree consignas intimidatorias o denigratorias contra otros colectivos.
No obstante, indicó que se buscar hacer un "mayor esfuerzo" para aplicar la ley, lo que, entre otras cuestiones, pasará por exigir que en las actas de los partidos de fútbol se recoja "con claridad" y de "manera exhaustiva" si ha habido consignas intimidatorias y que pueden ser perseguidas.
El 'número dos' de Interior explicó que la legislación vigente ya castiga los "mensajes vejatorios o intimidatorios" en el fútbol o en cualquier deporte, pero remarcó que se busca ser más eficaces contra estas conductas, ya que "la violencia verbal es la que desencadena en violencia física".
De hecho, Martínez ha insistido en que la muerte del ultra del Deportivo de La Coruña el pasado 30 de noviembre en Madrid tras una reyerta entre radicales de este equipo y del Atlético de Madrid "es consecuencia del discurso del odio propagado con gran intensidad entre distintas generaciones".
El objetivo es que se denuncien más
En el sentido general de esta iniciativa, ha explicado, la "máxima" prioridad es "sacar a la luz" estos delitos, ayudar a las víctimas a sentirse protegidas y que denuncien, en palabras del número dos de Interior que ha subrayado la importancia de estas pautas para identificar mejor este tipo de infracciones, mejorar su recepción y registro por parte de las fuerzas de seguridad, así como adoptar futuras actuaciones policiales.
El pasado año se constataron 1.172 delitos de odio en España en un informe hecho al efecto, si bien el número total de estos delitos es "desconocido", ha admitido el secreterio de Estado. La mayoría de ellos fue motivado por la orientación sexual de las víctimas -un total de 452-, seguido por casos de racismo, 381, y discapacidad, con 290, pero también hay agresiones por cuestiones religiosas, contra mendigos y personas sin recursos y delitos de antisemitismo.
El secretario de Estado de Seguridad ha dicho que entre las medidas que se impulsarán también está la creación de la figura del interlocutor social que sirva de puente de comunicación entre los colectivos implicados. También habrá una sección especial en la web del Ministerio del Interior y se distribuirán folletos en diversos idiomas para transmitir la información básica y que servirán para concienciar a la sociedad.