2014 se cierra con menos periodistas asesinados pero más secuestros
- Según el informe de Reporteros Sin Fronteras, Siria es el país más mortífero
- Ha habido 66 asesinatos de periodistas, pero con más violencia
- Se han incrementado un 37% los secuestros de profesionales
El año 2014 se cierra con 66 periodistas asesinados, un 7 % menos que el año anterior, pero con un incremento del 37 % en los secuestros de profesionales de los medios de comunicación, según el informe anual publicado este martes por la organización Reporteros sin Fronteras (RSF).
"Los asesinatos se cometen con mayor barbarie y los secuestros aumentan considerablemente con el objetivo, por parte de quienes los perpetran, de impedir que exista una información independiente y de disuadir las miradas exteriores", señala RSF en el informe, que elabora anualmente desde 1995.
El estudio sobre la situación de la violencia contra la prensa arroja 66 periodistas asesinados, a los que hay que sumar otros 19 periodistas-ciudadanos y 11 colaboradores de medios de comunicación.
"Pocas veces el asesinato de reporteros con fines de propaganda había sido perpetrado con tanta barbarie", insiste RSF, que precisa que el 60 % de ellos perdieron la vida en zonas de conflicto como Siria, que "reafirma su lugar como el país más mortífero para los periodistas", con 15 muertos, pero también los territorios palestinos (7), Ucrania (6), Irak (4) y Libia (4).
"La violencia se ha transformado: cada vez se instrumentalizan más las agresiones contra los reporteros, recurriendo a acciones como la decapitación, la difusión de vídeos o amenazas", señala RSF, en alusión a los asesinatos cometidos por el grupo armado Estado Islámico (EI).
Los asesinatos de mujeres periodistas se duplican
En positivo, RSF ha detectado menos asesinatos de periodistas en países "en paz" como India o Filipinas, pero también ha reparado en que los asesinatos de mujeres periodistas se han duplicado, hasta llegar a 6 en 2014.
Si la cifra de asesinatos remitió en 2014, la de secuestros se disparó un 37%, hasta los 119 profesionales de la comunicación y 9 periodistas-ciudadanos, apunta esa organización que vela por la libertad de prensa, con sede en París.
"Los secuestros fueron particularmente numerosos en la zona de Oriente Medio y África del Norte. Este año fueron secuestrados 29 periodistas en Libia y 37 en Siria. En Irak, la cifra asciende a 20. Una tendencia que se explica sobre todo por la ofensiva del EI en la región", detalla RSF.
China, la prisión más grande para la prensa
La cifra de reporteros encarcelados se mantuvo estable en 178 personas en prisión por ejercer su profesión de informadores. A ellos se suman otros 178 periodistas-ciudadanos, agrega la organización.
China encabeza esa oscura lista, con el 17 % del total de periodistas en la cárcel, donde también figuran Egipto, Eritrea, Irán, Siria, Egipto, Vietnam y Arabia Saudí.
El informe de Reporteros sin Fronteras refleja también que en 2014 hubo 139 periodistas que tuvieron que exiliarse, un dato que duplica al registrado en 2013. De nuevo, países como Libia (43), Siria (37), Etiopía (31) y Azerbayán (6) encabezan ese ránking.
Las detenciones de periodistas, mientras, registraron en 2014 un aumento del 3% para llegar a los 853 reporteros arrestados.
"Evidentemente, los interrogatorios y detenciones son ataques a la libertad de expresión cuya gravedad no puede compararse a la de los asesinatos o secuestros prolongados. No obstante, constituyen obstáculos para su trabajo y, en ocasiones, intimidaciones violentas", explica RSF.
Informar bajo amenaza
Por último, Reporteros sin Fronteras ha constatado un descenso del 15 % en las amenazas o agresiones a periodistas, que deja el dato en 1.846 ataques en el conjunto del año y a países como Venezuela, Turquía, Ucrania y China entre los menos seguros para los profesionales de los medios de comunicación.
En Venezuela, concreta RSF, un 62 % de las 134 agresiones cometidas contra periodistas durante las manifestaciones de comienzos de año fueron cometidas por la guardia nacional bolivariana.
Además, la ONG cita el departamento colombiano de Antioquía entre las cinco zonas más peligrosas del mundo para informar, "un ejercicio de alto riesgo para aquellos que investigan la corrupción o el crimen organizado".