Los casos de dengue aumentan en América Central y el Caribe por El Niño
- El fenómeno meteorológico favorece la transmisión de enfermedades
- Los años en que se ha producido El Niño ha habido más casos de dengue
- El estudio puede ser útil para planificar la salud pública
La relación entre el fenómeno meteorológico conocido como El Niño y la incidencia del dengue en el continente americano existe, según ha confirmado un trabajo de investigadores brasileños publicado en la revista Geospatial Health.
Aunque a través de otros trabajos ya se conocía que los cambios meteorológicos extremos provocados por El Niño tienen un reflejo directo en la propagación de enfermedades virales, este estudio dibuja un mapa que muestra las zonas donde esta vinculación es más importante, según recoge Sinc.
Los países de América Central y el Caribe presentan una mayor sincronía entre las epidemias de dengue y la actividad del fenómeno meteorológico, según los sistemas de información geográfica que han empleado los científicos para visualizar los datos obtenidos, mientras que a medida que nos alejamos de estas latitudes tanto en dirección norte como en dirección sur, la relación es menor.
Cómo incide El Niño
Este fenómeno climático, que ocurre de forma cíclica pero irregular, con un intervalo de entre dos y siete años, se caracteriza por una elevación de la temperatura superficial del océano Pacífico que desencadena una serie de incidencias meteorológicas intensas, especialmente, fuertes lluvias en América del Sur.
Por su parte, el virus del dengue se transmite principalmente por el mosquito Aedes aegypti. Desastres naturales como grandes inundaciones y los problemas de salubridad que trae consigo El Niño conforman el ambiente que necesita la enfermedad infecciosa para su propagación.
Los expertos señalan en las conclusiones del estudio que, a pesar de que el fenómeno se aprecia a escala continental, la influencia que tiene a la hora de que aparezcan epidemias de esta fiebre depende mucho de las condiciones de cada país, “sus particularidades demográficas, sociales y económicas”.
Confirmación de los datos
La investigación ha sido desarrollada por científicos de la Universidad Estatal de Campinas, del estado brasileño de São Paulo, que han utilizado principalmente dos fuentes de datos.
Por una parte, el Australian Bureau of Meteorology, servicio meteorológico australiano, ha proporcionado información meteorológica muy precisa de un periodo de años que abarca entre 1995 y 2004.
En particular, han tomado como referencia el Índice de Oscilación del Sur (SOI, por sus siglas en inglés), que correlaciona varios eventos de El Niño y para los expertos es una medida fiable a la hora de registrar la magnitud del fenómeno.
Por otro lado, la Organización Panamericana de la Salud ha suministrado las cifras de incidencia de la enfermedad a lo largo de esa década en todo el continente.
En concreto, los resultados indican que entre los cinco años que registraron un número de casos más elevado de la enfermedad (1998, 2002, 2001, 2003 y 1997), cuatro tenían actividad de El Niño.
Especialmente significativo fue El Niño de 1997-1998, señalado por los especialistas como uno de los eventos meteorológicos más importantes del siglo XX.
El artículo, firmado por el investigador Marcos Ferreira, destaca la utilidad de esta investigación y de este tipo de estudios en general para la planificación de las intervenciones de salud pública dirigidas a luchar contra las epidemias de dengue. A la vista de los resultados, los investigadores consideran que merece la pena considerar la vulnerabilidad socioeconómica de cada región en comparación con la intensidad de El Niño.
Otras enfermedades y El Niño
Las publicaciones científicas que relacionan El Niño con la salud pública en América Latina son abundantes: la malaria y el cólera son otras enfermedades que presentan una correlación significativa.
Recientemente, otro artículo firmado por un grupo de investigación de la Universidad Johns Hopkins de EE. UU. en la revista Climate Change Responses ha alertado sobre la influencia directa que tiene en el crecimiento de los niños de Perú nacidos el año en el que se produce el fenómeno o en años inmediatamente posteriores.
Por otra parte, algunos estudios sobre cambio climático apuntan a que la frecuencia de los eventos meteorológicos extremos se puede incrementar en las próximas décadas, así que los expertos tratan de llamar la atención sobre el problema.