Ocho aeropuertos españoles financiados por la UE están infrautilizados y no son rentables
- Barajas, Badajoz, Burgos, Córdoba, Fuerteventura, La Palma, Murcia y Vigo
- Así lo señala en un informe el Tribunal de Cuentas de la Unión Europea
El Tribunal de Cuentas de la Unión Europea (UE) ha denunciado que ocho aeropuertos españoles que han recibido financiación comunitaria para su ampliación -Madrid-Barajas, Badajoz, Burgos, Córdoba, Fuerteventura, La Palma, Murcia y Vigo- no han generado los resultados esperados, no son rentables y están infrautilizados debido a la falta de planificación y previsión adecuadas.
El Tribunal sostiene que ninguno de los aeropuertos españoles financiados con ayudas de la UE tiene perspectivas de rentabilidad. Los de Fuerteventura, Madrid-Barajas y Murcia tienen perspectivas de lograr un equilibrio a medio plazo, pero el resto registraron pérdidas significativas entre 2007 y 2012 y son insostenibles.
Los auditores comunitarios han examinado veinte aeropuertos financiados por la UE en Estonia, Grecia, Italia, Polonia y España que recibieron más de 666 millones de euros entre 2000 y 2013 de los fondos de cohesión y para el desarrollo regional.
El Tribunal ha señalado que solo la mitad podía demostrar la necesidad de inversiones financiadas por la UE en infraestructuras aeroportuarias.
De los países estudiados España recibió el 24 % de la cantidad total para la financiación de aeropuertos, seguida de Polonia (21%), Italia (17%) y Grecia (13%), mientras que el resto de los socios comunitarios en su conjunto recibió el 25%.
Ampliaciones innecesarias
En el caso de Córdoba, el Tribunal de Cuentas señala que el tráfico atraído por los cercanos aeropuertos de Málaga y Sevilla, así como la conectividad que proporciona el AVE, limitan significativamente la demanda para este aeropuerto.
Sin embargo, se decidió ampliar la pista sin ningún análisis o estudio que justificara su necesidad con un coste de más de 70 millones, de los cuales 12,6 millones venían de la UE. También se extendió el área de estacionamiento de los aviones con un coste de 1,5 millones (810.000 de la UE).
En el aeropuerto de Fuerteventura se amplió la terminal con financiación de la UE por valor de 21 millones. Las obras se basaron en una previsión de 7,5 millones de pasajeros en 2015 cuando en 2013 el aeropuerto tuvo 4,3 millones.
Por lo que se refiere a La Palma, el informe dice que aunque había necesidad de ampliar la capacidad, el proyecto -que costó 36,4 millones con una financiación europea de 17,1 millones- no se ajusta a las necesidades reales. La nueva infraestructura permite gestionar 30 movimientos por hora, mientras que el pico desde que se completó la expansión ha sido de 13.
El aeropuerto de Burgos registró 18.905 pasajeros en 2013
En el caso de Burgos, debido al bajo número de pasajeros (18.905 en 2013) y a los altos costes de depreciación de la infraestructura, el aeropuerto acumuló pérdidas de 30 millones (el 67% de sus activos) desde su apertura en julio de 2008 hasta finales de 2012.
Además, el 90% de sus vuelos comerciales están operados por una única compañía y con un único destino (Barcelona) y los viajeros tienen al menos cinco alternativas para volar desde aeropuertos cercanos, con lo que existe un "alto riesgo de que continúe teniendo un número de pasajeros insosteniblemente bajo".
El Tribunal de Cuentas señala que el aeropuerto de Murcia-San Javier es el que registró mayores retrasos, ya que la torre de control y la pista sólo se han puesto en funcionamiento cinco años después de haberse completado.
El mayor sobrecoste entre los aeródromos examinados corresponde a La Palma, con 25,6 millones.
El coste por pasajero adicional en Madrid fue de 32 euros, mucho más alto que los 19 euros utilizados en la fase de planificación. Para Fuerteventura, Burgos, Murcia, La Palma, Badajoz y Córdoba, el coste estimado es más del doble que el previsto.
"Esto indica que las inversiones tienen un alto riesgo de no proporcionar un retorno", dice el Tribunal de Cuentas. Para Vigo, el coste estimado por pasajero adicional no puede calcularse porque la inversión no atrajo a ningún viajero extra.