La policía australiana investiga la muerte de los rehenes en el asalto a la cafetería de Sídney
- La investigación ha iniciado su fase forense y de interrogatorios
- Pretende averiguar si el secuestrador asesinó a los rehenes
- Abbott habla de "terrorismo" pero sin vinculación con grupos extremistas
La Policía de Australia ha abierto una investigación sobre lo ocurrido en el secuestro en una cafetería en Sidney, donde un hombre armado mantuvo retenidas a 17 personas durante más de 17 horas. Dos de ellas, más el asaltante, murieron en la intervención policial. Ahora las autoridades tratarán de averiguar si los dos rehenes muertos fueron asesinados por el secuestrador o víctimas del fuego cruzado.
"Se trata de la investigación de un incidente crítico, mantendremos una estrecha comunicación con el forense y trabajaremos de su parte para que esta se realice exhaustivamente y de forma profesional", ha declarado la subcomisionada de la policía de Nueva Gales del Sur, Catherine Burn, que ha explicado que los investigadores están estudiando la escena del crimen para recoger pruebas.
"Ahora mismo están entrevistando a todo aquel que ha participado en la operación. Son muchas personas y muchas de ellas están muy cansadas. Hay muchas emociones, por lo que en estos momentos tenemos que tener en cuenta su salud y bienestar mental, así que llevará tiempo recabar toda la información y ponerla junta, pedazo a pedazo, para saber qué pasó con exactitud", ha explicado Burn.
17 horas de secuestro
Agentes armados entraron por la fuerza en la cafetería y liberaron a los aterrorizados rehenes que estaban siendo retenidos a punta de pistola en un dramático desenlace que acabó con la vida de una abogada de 38 años y el gerente del local, de 34.
En el asalto también murió el secuestrador, identificado como Man Haron Monis, un autoproclamado clérigo musulmán de origen iraní, radicalizado y con antecedentes por violencia.
Monis fue acusado el año pasado de ser cómplice del asesinato de su exesposa, y permanecía en libertad bajo fianza. También fue condenado en 2012 por enviar cartas insultantes a las familias de los soldados australianos muertos en Afganistán.
Abbott habla de "terrorismo" pero sin vinculación con grupos islamistas
Los medios locales se preguntan si, con sus antecedentes, Monis debía haber sido un objetivo prioritario de los servicios de seguridad australianos, después de que el país aumentara la alerta ante la posibilidad de atentados islamistas por su participación en la coalición internacional que bombardea al Estado Islámico (EI) en Irak y Siria.
El primer ministro de Australia, Tony Abbott, no ha querido hacer comentarios sobre esta cuestión. Abbott ha calificado el secuestro como "terrorismo" pero ha precisado que sería "equivocado" ligarlo con grupos extremistas. Según Abbott, Monis era un "enfermo mental con un largo historial de delitos".