"Nos escondimos bajo los pupitres, mataron a una profesora y a varios compañeros"
- Los talibanes matan a 141 personas en el peor ataque terrorista en Pakistán
- La mayoría de los muertos son niños de una escuela del Ejército
- Los hospitales se han transformado en un hervidero de angustia
Familias enteras han vivido ocho tensas horas de espera delante del colegio de la ciudad pakistaní de Peshawar donde un grupo de talibanes ha acabado con la vida de al menos 141 personas, 132 de ellas niños, en el ataque más sangriento en la historia de Pakistán.
Esperaban hasta que los militares dieran por terminada la operación. Las luces de las ambulacinas que abandonaban el recinto se contaban por decenas y los hospitales se han transformado en un hervidero de angustia. Mientras unos padres buscan desesperados en las listas, otros lloran a sus muertos y en los rostros de los supervivientes todavía puede verse la mirada del miedo.
Los supervivientes describen cómo los militantes fueron de aula en aula disparando a niños que apenas superaban los 12 años. La matanza, condenada por Estados Unidos,la ONU y la mayoría de las potencias occidentales, ha sido reivindicado por el grupo talibán Tarik Taleban e Pakistan (TTP) que lo considera una venganza por la ofensiva contra su grupo por parte del Ejército.
Por su parte, el Gobierno ha reafirmado su determinación de acabar con el TTP, que ha acabado con miles de vidas desde que comenzara a actuar en 2007. Casi todos los fallecidos son hijos de militares, por lo que se trata de un duro golpe al corazón del ejército paquistaní.
"Dos grandes botas negras"
Attaullah estaba en el hall, en un ceremonia escolar, y cuenta que los disparos empezaron de golpe. "Nos escondimos bajo los pupitres", dice Shah, de 16 años, que explica como mataron su profesora y a varios de sus compañeros.
"Vi dos grandes botas negras que se dirigían hacia mí, creo que ese hombre buscaba a los estudiantes que estábamos escondidos debajo de las mesas", narra el joven ingresado en el área de atención psicológica del Hospital Lady Reading donde se recupera de los disparos que recibió en sus dos piernas. Sobrevivió porque decidió hacerse el muerto colocando la corbata del uniforme en su boca para ahogar sus gritos.
“Me quedé todo lo quieto que pude y cerré los ojos esperando recibir otro disparo“
"El hombre de las botas siguió buscando estudiantes y llenando sus cuerpos de balas. Me quedé todo lo quieto que pude y cerré los ojos esperando recibir otro disparo", explica el muchacho que asegura que nunca olvidará esas grandes botas negras.
Amir estaba en un examen de química. Intentaron protegerse cerrando la puerta con llave, pero los terroristas la abrieron a tiros.
Fuera el terror deja paso al sufrimiento. Mohamad reza en la puerta de la escuela. Aunque uno de sus hijos ha salido vivo sigue esperrando, dice que otro debe de seguir dentro. Su familia ha rastreado los hospitales sin éxito.
"¿Cuál ha sido su pecado?"
El Hospital Lady Reading ha vivido la situación más tensa de su historia atestado de padres que corrren en busca de sus hijos esquivando camillas en las que llegan los cuerpos de niños heridos o muertos formando un macabro manto de uniformes escolares cubiertos de sangre.
Mientras ellos esperan, otros despiden ya a los suyos. El hijo de Fazal tenía 15 años. Lo vio anoche por última vez, en la cena. Esta mañana el chico se levantó el primero para ir a la escuela. Cuando Fazal lo encontró en el hospital, tenía una bala en la mano y otra en el pecho.
Irshadah Bibi, de 40 años, también ha perdido a su hijo de 12. Con el rostro desencajado, la mujer se lanza contra una ambulancia. "¡Oh Dios! ¿Por qué te has llevado a mi hijo? ¿Cuál es su pecado y el de todos estos niños?", grita desconsolada.
Talibanes afganos condenan la masacre
Por otra parte, desde la rafa afgana talibán también se ha condenado la masacre perpetrada. "El Estado Islámico de Afganistán expresa su tristeza por el incidente y ofrece sus condolencias a las familias de los niños asesinados", ha indicado en un comunicado distribuido a última hora del martes el portavoz del grupo insurgente, Zabihullah Mujahid.
"La matanza intencionada de personas inocentes, mujeres y niños, va contra los principios de islam y estos principios deben ser considerados y tenidos en cuenta por cada musulmán", añade el texto.
En el comunicado, los talibanes afirman que su organización "siempre" ha condenado la violencia contra niños, como el ataque en la provincia afgana de Paktika en el que murieron 61 civiles en un atentado suicida durante un partido de voleibol en noviembre y que no fue reivindicado por grupo alguno.
Los insurgentes de Afganistán se unen así a la enérgica condena internacional que ha provocado el ataque.
Tres días de luto nacional
El primer ministro, Nawaz Sharif, ha declarado tres días de luto nacional y ha calificado el ataque de "una tragedia nacional perpetrada por salvajes".
“Tengo el corazón destrozado“
La adolescente paquistaní ganadora este año del Premio Nobel de la Paz, Malala Yousafzai, ha condenado el ataque "atroz y cobarde". "Tengo el corazón destrozado por este ataque sin sentido y a sangre fría cometido en Peshawar", ha dicho Malala en un comunicado.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el de Estados Unidos, Barack Obama también han manifestado su condena. Ban ha hecho hincapié en la "cobardía" que supone actuar contra niños indefensos en sus clases: "Ninguna causa puede justificar una brutalidad semejante".