La España romántica inédita de Pérez Villaamil
- El Prado presenta Díptico con 42 vistas monumentales de ciudades españolas
- Es una "obra única" en el género del paisaje romántico español
- Tras adquirirlo en Londres ha sido sometido a una complicada restauración
Hace tres años el Museo del Prado adquirió en una subasta en Sotheby's Londres una obra inédita y única en el género del paisaje: un díptico de 1,78 x 1,82 metros con 42 vistas de ciudades españolas, principalmente de Toledo y Sevilla, pintadas del natural al óleo sobre soportes de hojalata -de 17,8 x 12,5 centímetros- por el maestro del romanticismo español Genaro Pérez Villaamil (1807-1854).
Se trata de un conjunto singular y excepcional en la producción del más destacado paisajista del romanticismo español -fue la primera persona que obtuvo la cátedra de paisaje en España-, que, después de un largo y complicado proceso de restauración, los visitantes del Prado pueden contemplar en todo su esplendor desde este miércoles hasta el 6 de septiembre de 2015.
Realizado entre 1835 y 1839, el Díptico con 42 vistas monumentales de ciudades españolas fue un encargo del embajador inglés en España Georges Villiers, cuarto conde de Clarendon, un apasionado de la obra del paisajista gallego. Precisamente, al gusto británico del momento obedece el acabado del díptico, al estilo revival gótico rematado en ojivas y que asemeja el perfil de un castillo almenado. Cuando lord Clarendon dejó de ser embajador en Madrid, el díptico viajó con él a Londres junto al resto de sus pertenencias.
Tuvieron que pasar 172 años para que regresara a España y tres más para que se exponga por primera vez.
Recuperación patrimonial de "primer orden"
"Es una obra única y una recuperación para el patrimonio español de primer orden", asegura a RTVE.es el jefe del Área de Conservación de Pintura del Siglo XIX del Museo del Prado y responsable del proyecto, Javier Barón, quien resalta la relevancia de Pérez Villaamil en el romanticismo español por ser el artista que "mejor intuye las sugestiones del paisajismo británico".
Según Barón, una de las razones que hacen único este conjunto es que las vistas están pintadas al óleo, "una técnica que no se suele emplear para trabajar del natural", donde es más común el uso de la acuarela y el dibujo, y que el paisajista gallego habitualmente solo utilizaba en su estudio.
El empleo de esta técnica, ejecutada con su característica pincelada suelta y apresurada, determina que estas vistas sean "más fieles" al motivo en cuestión, en este caso monumentos de estilo mudéjar y del gótico tardío, muy del gusto de la época en general y de Villaamil, en particular, cuya obra está decisivamente influenciada por su maestro, el escocés David Roberts, al que conoció en Sevilla, y, posteriormente, por Turner, cuya obra pudo contemplar en Londres en 1841.
Otra rareza añadida es el hecho de que el conjunto se haya conservado íntegro después de 175 años, si bien el proceso de restauración, financiado por la Fundación Iberdrola, ha sido "bastante complicado", reconoce Barón. Además del marco en sí, que fue convertido en biombo y ha tenido que retornarse a su formato de díptico, los soportes de hojalata estaban "abombados" y la necesidad de no perder la técnica de veladura usada por Villaamil ha dificultado la limpieza.
Testimonio de monumentos desaparecidos
Más de la mitad de las 42 vistas del díptico corresponden a monumentos toledanos, como el Alcázar y la catedral; a numerosos sevillanos, como la Torre del Oro o el templo catedralicio, y también a algunos de Córdoba y Alcalá de Guadaira.
Vista del Castillo de Alcalá de Guadaira. Pérez Villaamil.
A estos se añaden otros monumentos entonces en ruinas y hoy desaparecidos, tras las desamortizaciones, lo que dota además a las pinturas de Villaamil de "un importante valor documental", subraya el jefe de Conservación de Pintura del Siglo XIX del Prado. Ejemplo de ello son estampas de Toledo como el Palacio de Villena, los arcos herrerianos de la plaza de Zocodover y las vistas del Claustro de San Juan del Real, o la Puerta del Arenal de Sevilla.
Estas 42 vistas servirían como ensayo para una obra editorial capital que el propio Villaamil dirigió, La España Artística y Monumental (1842-1850), un colección de litografías publicadas en tres volúmenes -accesible digitalmente gracias a la Biblioteca de Castilla y León o a la de la Universidad Autónoma de Barcelona-, y que el Museo del Prado también presenta junto al Díptico con 42 vistas monumentales de ciudades españolas.
La pequeña muestra, que puede contemplarse en la 'Sala de presentación de colecciones del siglo XIX' (sala 60 del edificio de Villanueva), también incluye varias pinturas, acuarelas y dibujos del propio autor y dos pinturas de David Roberts, lo que permite una completa aproximación a un artista clave para comprender el romanticismo español.