'La Ola Negra' que barrió Banda Aceh
- El Antropológico de Madrid inaugura una muestra sobre el tsunami de Indonesia
- Las fotografías de Francisco Magallón retratan una década de reconstrucción
- La exposición fotográfica estará abierta desde el 18 de diciembre hasta marzo
La primera vez que Francisco Magallón encendió su cámara en Banda Aceh (Indonesia) sintió una arcada al enfocar un cuerpo en el suelo. Fue la única. Este reportero gráfico acababa de llegar junto al equipo de TVE a la zona cero del terremoto de magnitud 9,3 en la escala Richter que sacudió el sudeste asiático solo unas horas después del día de Navidad del 2004. Antes habían estado en Phuket (Tailandia), pero nada era comparable a la atmósfera de desolación, destrucción y muerte que envolvía cada rincón de esa ciudad de la isla de Sumatra.
Ese hedor "indescriptible" le acompañó durante cerca de un mes, todo el tiempo que estuvo cubriendo la noticia del tercer terremoto más fuerte de la historia. Filmó y retrató las historias de la gente que lo había perdido todo y a todos. Hoy, 10 años después, recuerda el momento exacto en que sacó cada una de las fotos que forma parte de la exposición 'La ola negra: El tsunami diez años después', que se puede visitar gratuitamente en el Museo Nacional de Antropología de Madrid desde el 18 de diciembre hasta el 8 de marzo.
Sin duda, este ha sido el episodio más importante y triste de mi vida profesional. Sin agua potable, ni comida, nos encontramos en un mundo irreal con la dura convicción de que era una cruda realidad", explica este reportero gráfico, que ha trabajado en zonas en conflicto desde que en 1982 ingresó en TVE.
Indonesia fue el país más afectado por devastador temblor, que causó más de 165.000 muertos en la zona de Banda Aceh, la más cercana al epicentro del terremoto. Dos gigantes olas, de hasta 30 metros de altura, barrieron literalmente las costas llevándose a su paso todo lo que encontro. Solo se recogieron 131.000 cadáveres, más de 30.000 desaparecieron con el mar. Solo en esta zona, cerca de 200.000 personas lo perdieron todo.
Los testimonios que recogió durante las semanas que el equipo de TVE estuvo allí, con Almudena Ariza, describían escenas imposibles de barcos a los que la ola hizo volar para terminar impactando contra edificios. Vieron las fosas comunes donde acabaron los cuerpos sin identificar de cientos de personas a las que sus familias buscaron durante meses.
Diez años después, Magallón ha regresado a Banda Aceh junto a un equipo de TVE para retratar la reconstrucción tras la catástrofe: puentes, carreteras, parques y mezquitas han sido puestos en pie de nuevo en una zona en la que hay latente un conflicto separatistas con la guerrilla que opera en la zona. Durante casi 30, era un lugar peligroso al que ningún medio de comunicación había osado entrar.
Los supervivientes, 10 años después
La muestra, organizada en colaboración con Cruz Roja y el Ministerio de Cultura, está comentada con textos de su compañera de TVE Erika Reija, con quien ha regresado este año a Indonesia. La exposición sirve también para conocer el testimonio de los supervivientes 10 años después. Historias como la directora del centro escolar de Meulaboh que recuerda cómo al reabrir las aulas tres meses después del tsunami de los 272 alumnos que tenía matriculados solo quedaban vivos 90.
"Ahora, 10 años después, estoy muy orgullosa de lo que hemos hecho. Gracias a la ayuda internacional, esta escuela ha podido ser reconstruida y a nuestro centro acuden alumnos de familias pobres y difícil situación", explica esta educadora.
Rozan es uno de tantos indonesios que cree que el maremoto fue un castigo de Dios. Perdió a su mujer y a sus hijos y desde aquel día reza a diario 5 veces al día en la mezquita. “El mar está muy cerca de este lugar, de esta mezquita. Cuando ocurrió el tsunami, las olas destruyeron todo, excepto esta casa de Dios. Fue un milagro que este edificio quedara en pie. Ahora estoy casado nuevamente con otra mujer y tengo otros dos hijos. Pero nunca podré olvidar aquella tragedia”, explica.
Relatos como el de Rozan es solo uno de los muchos que recoge este exposición, que también se adentra en mostrar el antes y después de la reconstrucción con la llegada de los fondos de la ayuda internacional.