El rey: "Debemos cortar de raíz y sin contemplaciones la corrupción"
- Asegura que los responsables de conductas irregulares “están respondiendo de ellas” y recuerda la honradez de la gran mayoría de servidores públicos
- ”Nadie en la España de hoy es adversario de nadie”, dice respecto a la situación en Cataluña y apela a la Constitución y los sentimientos comunes
- Enumera como retos regenerar la vida política, recuperar la confianza en las instituciones, mantener el Estado del Bienestar y preservar la unidad
- Texto íntegro del discurso de Navidad de Felipe VI (.pdf)
“Debemos cortar de raíz y sin contemplaciones la corrupción”. Así lo ha expresado el rey Felipe VI en su primer mensaje de Navidad, un discurso en el que ha recordado que estas conductas “provocan con toda razón indignación y desencanto”, y en el que también ha dedicado una parte importante a hablar de la situación en Cataluña y el panorama económico.
“Necesitamos una profunda regeneración de nuestra vida colectiva. Y, en esa tarea, la lucha contra la corrupción es un objetivo irrenunciable”, ha asegurado don Felipe. “Es cierto –ha añadido- que los responsables de esas conductas irregulares están respondiendo de ellas; eso es una prueba del funcionamiento de nuestro Estado de Derecho. Como es verdad también que la gran mayoría de servidores públicos desempeñan sus tareas con honradez y voluntad de servir a los intereses generales”, ha recordado el rey.
Don Felipe señala que, sobre todo, “es necesario evitar que esas conductas echen raíces en nuestra sociedad y se puedan reproducir ”. “Los ciudadanos necesitan estar seguros de que el dinero público se administra para los fines legalmente previstos; que no existen tratos de favor por ocupar una responsabilidad pública; que desempeñar un cargo público no sea un medio para aprovecharse o enriquecerse”, asegura.
“Pocos temas como este suscitan una opinión tan unánime”, constata el rey. “Debemos cortar de raíz y sin contemplaciones la corrupción. La honestidad de los servidores públicos es un pilar básico de nuestra convivencia”, asegura el monarca.
“Nadie en la España de hoy es adversario de nadie”
Don Felipe también ha dedicado una gran parte de su mensaje a hablar de la situación en Cataluña, recordando en primer lugar que la Constitución de 1978 “proclamó nuestra unidad histórica y política y reconoció el derecho de todos a sentirse y ser respetados en su propia personalidad, en su cultura, tradiciones, lenguas e instituciones”.
El rey ha apelado a ese “espíritu constitucional” bajo el que los ciudadanos “hemos convivido estos años” en los que, como el resto de comunidades, Cataluña ha “contribuido a la estabilidad política de toda España y a su progreso económico”. Pero “no se trata sólo de economía o de intereses” –advierte el rey- “sino también, y sobre todo, de sentimientos”.
“Millones de españoles llevan, llevamos, a Cataluña en el corazón. Como también para millones de catalanes los demás españoles forman parte de su propio ser. Por eso me duele y me preocupa que se puedan producir fracturas emocionales, desafectos o rechazos entre familias, amigos o ciudadanos. Nadie en la España de hoy es adversario de nadie”, afirma el rey.
Don Felipe ha apelado a la “fuerza de esa unidad”, asegurando que “los desencuentros no se resuelven con rupturas emocionales o sentimentales”. Por ese motivo ha pedido “un esfuerzo leal y sincero”, y el reencuentro “en los afectos mutuos y los sentimientos que compartimos”.para construir “un proyecto que respete nuestra pluralidad y genere ilusión y confianza en el futuro”.
Economía “al servicio de las personas”
El rey se ha referido asimismo a la situación económica, que “continúa siendo un motivo de grave preocupación para todos”. “Los índices de desempleo, asegura, y “nuestra economía no ha sido capaz, todavía, de resolver de manera definitiva este desequilibrio fundamental”.
Sin embargo, para don Felipe, la mejora de “las principales magnitudes macroeconómicas” y la recuperación del “crecimiento económico y la creación de empleo” son “una base nueva” para esperar que “en el futuro puedan generarse de forma sostenible muchos más empleos y,especialmente, empleos de calidad”.
“La lucha contra el paro debe continuar siendo nuestra gran prioridad”, señala. El sacrificio y el esfuerzo de los ciudadanos durante la crisis exigen “que los agentes políticos, económicos y sociales trabajen unidos permanentemente en esta dirección, anteponiendo sólo el interés de la ciudadanía. Porque la economía debe estar siempre al servicio de las personas”.
Por ese motivo, don Felipe ha recordado que es un deber “proteger especialmente a las personas más desfavorecidas y vulnerables”. Y para ello “debemos seguir garantizando nuestro Estado de Bienestar, que ha sido durante estos años de crisis el soporte de nuestra cohesión social, junto a las familias y las asociaciones y movimientos solidarios. Algo de lo que debemos realmente sentirnos orgullosos”, ha aseverado.
“Ilusión” para “una nueva época”
El rey ha tenido también unas palabras para recordar la abdicación de don Juan Carlos y su proclamación como rey el pasado mes de junio; un proceso en el que “España se dio a símisma y al mundo un ejemplo de seriedad y dignidad”. “A lo largo de estos últimos meses me habéis rodeado de vuestro respeto, afecto y cariño. Sinceramente, me he sentido querido y apreciado y os lo agradezco de corazón. Y tengo que deciros también que he visto ilusión en muchos de vosotros, en vuestras miradas y palabras ante el inicio de una nueva época en nuestra historia”.
Don Felipe ha concluido su mensaje invocando esa “ilusión y espíritu renovador” para afrontar los “tiempos nuevos” y los retos que conllevan: “regenerar nuestra vida política, recuperar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones, garantizar nuestro Estado del Bienestar y preservar nuestra unidad”.Y para ello ha puesto como modelo la actitud de los ciudadanos.
“Los vamos a superar con el ejemplo con el que vosotros afrontáis vuestro día a día luchando ante las adversidades intentando progresar, procurando mejorar honestamente”.