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El Etna vive su mayor erupción desde 2013 con varios flujos de lava

  • Fue una corta e intensa erupción que duró unas tres horas
  • Se produjeron fuentes, flujos de lava y una columna de erupción
  • Aún no se ha podido determinar la boca de origen por el mal tiempo

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Vista de los ríos de lava que descendían por el Etna el pasado 28 de diciembre.
Vista de los ríos de lava que descendían por el Etna el pasado 28 de diciembre.

La noche del pasado 28 de diciembre el volcán Etna, situado en el este de Sicilia, vivió una corta e intensa erupción que produjo varias fuentes y flujos de lava. Es el episodio eruptivo de mayor importancia que ha ocurrido desde diciembre de 2013, cuando el sureste del cráter Nuevo entró en actividad.

La boca de origen de la erupción aún no se ha podido identificar debido a las nubes que rodean el Etna, que impiden hacer observaciones directas, según ha informado el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Catania (INGV) en una nota.

Así fue la erupción del Etna

La actividad comenzó de forma abrupta poco antes de las seis de la tarde (hora peninsular española) y se intensificó rápidamente, acompañada de un aumento repentino de la amplitud del temblor volcánico.

Pasadas las 19.30 horas el temblor empezó a disminuir, pero unas dos horas más tarde se incrementó de nuevo la actividad. La amplitud del temblor duró cerca de un minuto a las 22.44 horas.

El INGV señala que además de los ríos de lava también hubo una columna de erupción que, empujada por unos fuertes vientos hacia el este, ha provocado que la ceniza y el lapilli, en Catania.

Otra imagen de la erupción del Etna de diciembre de 2014. Foto: Turi Caggegi/iEtna.it

Asimismo se emitieron dos o tres flujos de lava hacia el este y noreste, y también se observaron llamaradas intensas en la parte alta sur-suroeste del volcán, lo que indica que la lava se haya extendido posiblemente por esa zona del Etna.

La actividad de esta erupción, según ha señalado el INGV, está clasificada como pliniana y descrita como paroxística (nivel 5 del Índice de Explosividad Volcánica).

El Etna, un volcán muy activo

El Etna es el volcán más grande de Europa y uno de los volcanes más activos del mundo, de más de 3.300 metros de altura. Es un volcán joven, ya que su actividad comenzó hace aproximadamente medio millón de años.

Hasta hace poco, el volcán Etna estaba considerado un volcán predominantemente efusivo, actividad que se caracteriza por la emisión de flujos de lava. Sin embargo, estudios recientes han revelado que este volcán también es capaz de dar lugar a una actividad altamente explosiva.

Sus erupciones ocurren en la parte superior, donde actualmente hay cinco cráteres -con el nuevo cráter sudeste-, a ambos lados, hasta alturas de unos pocos cientos de metros sobre el nivel del mar. Pueden durar desde unas pocas horas hasta sobrepasar el año, como ocurrió entre 1991 y 1993 o en 2008 y 2009, cuando duraron 472 y 419 días respectivamente.

La actividad cumbre se ha producido de forma casi inintempurrida con unos intervalos que pueden durar desde unos meses hasta 20 años. En los últimos 40 años, el promedio entre las erupciones de las fracturas laterales ha sido de dos años.

Asimismo, el Etna es uno de los volcanes más vigilados del mundo. Hay diez cámaras y cerca de 160 estaciones vigilando continuamente el volcán.