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La escisión de los socialdemócratas griegos hace peligrar su futuro político

  • Papandreu dijo que necesitan un partido que no esté aliado con la derecha
  • Su deserción provocó críticas en el seno del que era su familia política
  • Las posibilidades del nuevo partido de entrar en el Parlamento son escasas

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El ex primer ministro griego, Yorgos Papandreu, en una imagen de archivo.
El ex primer ministro griego, Yorgos Papandreu, en una imagen de archivo.

La escisión del Partido Socialista Panhelénico (Pasok) provocada por el ex primer ministro y antiguo líder de esta formación Yorgos Papandreu supone un golpe quizás letal para el socio menor de la coalición de Gobierno griego, que vive mínimos históricos de popularidad.

Durante el acto de presentación de su nuevo partido, el Movimiento de los Socialistas Democráticos, en el Museo Benaki de Atenas, Yórgos Papandreu, de 63 años e hijo del histórico fundador de este partido, Andreas Papandreu, justificó su decisión diciendo que el país necesita una formación que no esté aliada con la derecha (como el Pasok con Nueva Democracia) y un "nuevo plan para Grecia".

"La manera en que gobernaron los conservadores nos hizo vulnerables a los mercados, hizo que aumentara el déficit y ha llevado al país al borde del infierno", ha dicho en este primer mitin, al que asistieron varios centenares de personas, que una y otra vez le interrumpieron con vítores y aplausos.

El ex jefe de Gobierno griego y suscriptor del primer rescate con la troika de acreedores en 2010 ha asegurado que el nuevo partido luchará "por elaborar un plan griego que nadie nos impondrá" y que "nos dará la fuerza para decir a los acreedores sí a los cambios, pero basta de austeridad".

Duras críticas

Su deserción provocó duras críticas en el seno del que era hasta ahora su familia política y, en un comunicado oficial, Pasok ha hablado de un acto "inmoral" e "ilógico" y le ha acusado de comportarse como "un heredero que quiere destrozar el partido fundado por su padre", todo con el objetivo de atender "intereses personales".

Con la creación de un nuevo partido, Papandreu responde a una larga crisis de identidad de los socialistas griegos iniciada en 2010, cuando el Gobierno del Pasok, dirigido por él mismo, dio un giro radical a su política y aplicó un programa de austeridad sin precedentes.

La diferencia entre lo que prometió Pasok en las elecciones de 2009, tras cinco años en oposición, y lo que hizo luego provocó la ira de los ciudadanos griegos y desembocó en un descalabro electoral sin precedentes.

Del 43,9% del voto ciudadano conseguido en las elecciones de octubre de 2009, Pasok pasó a apenas un 8,6% en las elecciones europeas de junio pasado mientras su intención de voto actual se sitúa en alrededor del 5 %.

Escasa posibilidad de entrar en el Parlamento

Las posibilidades del nuevo partido de superar la barrera mínima del 3% para entrar en el Parlamento son escasas, pues gran parte de los antiguos electores de Pasok atribuyen la responsabilidad de su mutación neoliberal personalmente a Papandreu.

Al mismo tiempo, este partido puede provocar la muerte política de Pasok pues, con las encuestas en niveles históricamente mínimos, la pérdida de parte de sus electores fruto de la escisión puede suponer la estocada final para esta formación que dominó la vida política griega durante 35 años.

Desacreditado por su política de los últimos cinco años, con la mayoría de sus militantes desmovilizados o aliados a la mayor fuerza de oposición, el izquierdista Syriza, y sin recursos financieros pues tiene deudas de decenas de millones de euros a los bancos, el actual Pasok lucha para su supervivencia política.

Una amplia alianza social

Desde su fundación el 3 de septiembre de 1974, un mes y medio después de la caída de la denominada Dictadura de los Coroneles, Pasok y su líder carismático Andreas Papandreu consiguieron construir una amplia alianza social, entre la clase media ascendente de los años 70, los agricultores de ingresos medios y bajos y los pobres de las ciudades.

Durante su primer periodo en el Gobierno (1981-1989), Pasok creó un sistema nacional de sanidad pública, aumentó los salarios y las pensiones, cambió a favor de los trabajadores la legislación laboral e introdujo el matrimonio civil. Pero todo esto ocurrió a costa del incremento de la deuda soberana del país.

Durante su segundo Gobierno (1993-2004), Pasok llevó a Grecia a la eurozona. Para sus seguidores fue siempre el partido del progreso social; para sus adversarios, el del clientelismo político, del endeudamiento y de la corrupción.

Tras su ascenso al liderazgo de Pasok, Yorgos Papandreu optó por la ruptura con el clientelismo político y dio prioridad a una serie de reformas estructurales que convertirían Grecia en un país con economía dinámica y un Estado de bienestar moderno y eficaz. Pero su fracaso en la gestión de la crisis de la deuda que estalló al inicio de su Gobierno le hizo perder gran parte de su crédito político.