El Santander se desploma un 14% en su regreso a la Bolsa tras la ampliación de capital

• La acción baja de los 6 euros, un precio inferior al de la ampliación de capital
• Los nuevos títulos, que tenían un descuento del 9,86%, cotizarán el día 13
• La demanda sobre la ampliación de capital ha superado los 11.000 millones

La presidenta del Santander, Ana Botín.

Las acciones de Banco Santander se han desplomado este viernes en la Bolsa española un 14,09%, donde han vuelto a cotizar tras aprobar este jueves una ampliación de capital por 7.500 millones de euros y una nueva política de dividendo, que lo rebajará este año en un 66%.

Ese hundimiento en la cotización del Banco Santander le ha llevado a situarse por debajo de la barrera de los 6 euros la acción y ha arrastrado al selectivo español, que ha vivido su peor jornada de los últimos dos años.

La caída de este viernes es la tercera más importante que ha sufrido la entidad en toda su historia, según fuentes del mercado consultadas por Europa Press: perdió un 17,76% el 1 de junio de 1994 y un 14,81% el 1 de octubre de 1998.

El Banco Santander cierra una semana en la que ha retrocedido un 16,23%, hasta los 5,89 euros por acción, un precio muy inferior al que se vendieron los titulos en la ampliación de capital.

La ampliación de capital del Santander

La colocación de nuevas acciones se llevó a cabo a través de la venta acelerada de títulos entre grandes inversores, cuya demanda fue de más de 11.000 millones.  La entidad vendió las nuevas acciones a un precio de 6,18 euros. Eso supuso una importante rebaja, del 9,86%, frente al precio al que dejaron de cotizar los títulos.

Según ha informado la entidad en un comunicado, la demanda cubrió el importe máximo fijado en la oferta en la primera hora. Al final, 235 inversores internacionales acudieron a la operación, la mayor ampliación realizada en Europa y la octava del mundo mediante el procedimiento de colocación privada acelerada.

"La operación ha tenido una gran acogida entre los inversores internacionales", ha subrayado el Banco Santander, que ha detallado que la mayor parte de la demanda procedió de inversores de EE.UU. y de Reino Unido, con un 79%. El resto de inversores europeos concentraron el 10% de la demanda total y, el resto del mundo, el 11%.

Según fuentes financieras consultadas por Efe, los grandes accionistas actuales del Banco Santander se habrían hecho con un 20% de la colocación, lo que para los expertos se traduce como una muestra de confianza en el futuro del grupo.

Las nuevas acciones emitidas representan un 9,64% del capital social de Banco Santander antes del aumento de capital y un 8,80% de su capital social con posterioridad a dicha operación. Está previsto que empiecen a cotizar a partir del 13 de enero en las bolsas españolas. Además, se solicitará la admisión a cotización de las nuevas acciones en los mercados internacionales en los que cotizan actualmente las acciones de Banco Santander.

Objetivo, reforzar su capital y ganar cuota

El Santander se esforzó este jueves en explicar que el dinero captado no lo utilizará para acometer grandes compras, sino para reforzar su capital (prevé cumplir ya este año con los requerimientos de Basilea III) y ganar cuota de mercado en España, Portugal, Reino Unido, Estados Unidos, Brasil, Polonia, Chile y México.

Se trata de crecer más y más rápido, explicó la presidenta del banco a sus empleados en una misiva, en la que aseguró que la ampliación era una operación clave estratégicamente, buena para el accionista y que consolida al Santander ante los mercados.

Sin embargo, algunos consumidores han criticado el recorte drástico del dividendo, como la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que ha advertido de que esta decisión, unida a la caída que sufre la acción, perjudica aún más a los afectados por los valores emitidos en el pasado por el banco para crecer en Brasil.