Los autores de la masacre en 'Charlie Hebdo' mueren en una operación policial sin precedentes
- Los hermanos Chérif y Said Kouachi han sido abatidos por la policía
- Se habían refugiado en Dammartin-en-Goele, a 40 kilómetros de París
- En París la policía también ha matado al secuestrador de una tienda judía
Casi 60 horas ha durado el mayor desafío terrorista en suelo francés en el último medio siglo. La policía gala ha puesto fin a la caza de los hermanos Kouachi, identificados como los autores del atentado contra la revista Charlie Hebdo, en la localidad de Dammartin-en-Goele, a 40 kilómetros de París. Allí, en la imprenta donde se habían atrincherado han muerto abatidos a tiros.
Los hermanos Kouachi fueron abatidos esta tarde, unos minutos antes de las 17.00 locales cuando salieron disparando a los gendarmes que les rodeaban en la nave en la que habían entrado poco después de las 08.00 de la mañana. Uno de los agentes resultó herido.
En el interior de esa empresa, la policía encontró, entre el arsenal que habían dejado, un lanzacohetes con un proyectil preparado, según ha explicado en una comparecencia de prensa el fiscal de París, François Molins. Hay cinco personas detenidas en relación con este sumario.
Dispositivo sin precedentes
Durante las ocho horas que ha durado el cerco policial la prioridad había sido establecer contacto con los sospechosos para llegar a una resolución pacífica. Pero no ha sido posible. Los agentes no pudieron establecer contacto con los terroristas, pero sí con un empleado que pudo esconderse de los hermanos y que, a través de su teléfono móvil, informó a los gendarmes de los movimientos de los Kouachi y los ayudo a preparar el asalto. Cuando la operación acabo, el hombre pudo ser liberado sano y salvo.
Las autoridades habían desplegado un espectacular dispositivo policial en Dammartin-en-Goele, una localidad de 8.000 habitantes. Allí los vecinos han permanecidos encerrados en sus casas y puestos de trabajo durante todo el día, mientras que todas las escuelas cercanas eran evacuadas. Además, aviación civil ordenó el cierre de dos pistas del aeropuerto internacional de Roissy-Charles de Gaulle, situado a tan solo 15 kilómetros de la zona del operativo.
El presidente francés, François Hollande, así como el primer ministro, Manuel Valls, han seguido durante algunas horas la operación en la sede del Ministerio del Interior. En total, el Gobierno ha movilizado a 88.150 miembros de las fuerzas de seguridad en el plan Vigipirate contra el terrorismo, incluyendo más de 1.000 militares.
Búsqueda infructuosa en Picardía
Los hermanos Kouachi se habían dado a la fuga el pasado miércoles, tras acribillar a tiros a doce personas en la redacción de la revista satírica Charlie Hebdo, un estandarte de la libertad de expresión que estaba amenazado por publicar las viñetas de Mahoma.
La primera pista sobre el paradero de los terroristas saltó el jueves a mediodía, cuando Chérif, de 34 años, y Said, de 32, fueron vistos en una gasolinera de Villiers-Cotteret, a 80 kilómetros de París. Las autoridades pusieron en marcha una operación de búsqueda en la región de Picardía, donde se decretó la máxima alerta, que ya regía en París.
Fuerzas especiales de la policía peinaron la zona, rastreando casa por casa en Crépy-en-Valois, Corcy y Longpont, entre otros. Pero los sospechosos lograron escapar y desplazaron la búsqueda a una zona boscosa entre los departamentos de Aisne y Oise. Durante toda la noche los helicópteros sobrevolaron la zona, sin éxito.
Ha sido a las 09.00 de la mañana cuando el foco se ha trasladado a Dammartin-en-Goele, en el departamento de Sena y Marne. Los hermanos Kouachi habían robado minutos antes un vehículo, un Peugeot 206, a una mujer en la localidad de Montagny-Sainte-Félicité, en el departamento de Oise, situado más al norte. La propietaria del coche dio la voz de alarma y los identificó como los hombres buscados por la masacre en el semanario.
En su huida hacia París por la carretera nacional 2, se encontraron con un control policial. En ese momento se produjo un tiroteo. Abandonaron el coche y buscaron refugio en una imprenta de Dammartin, donde se atrincheraron.
De izquierda a derecha, Chérif Kouachi, de 32 años, y su hermano Said, de 34. Fuente: AFP PHOTO / FRENCH POLICE
Bien entrenados y armados
Mientras la policía trataba de establecer contacto con ellos, un hombre, identificado como Ahmed Coulibaly, sembraba el pánico en París al secuestrar una tienda de comestibles judía. Coulibaly afirmó estar coordinado con los Kouachi, con quienes había coincidido en una conocida red yihadista. De hecho, exigió la liberación de los hermanos yihadistas para poner fin a su asalto. Pero la policía se adelantó y en una operación simultánea en ambos escenarios abatió a los tres criminales.
Los Kouachi recibieron a la policía a tiros, saliendo de la nave armados con sus fusiles Kaláshnikovs, y los agentes los "neutralizaron inmediatamente". Antes de morir Chérif aseguró al canal de televisión BFMTV haber sido enviado y financiado por Al Qaeda en la Península Arábiga, la filial del grupo en Yemen. En este país su hermano Said recibió entrenamiento en 2011, según fuentes de inteligencia estadounidenses y yemeníes.
En dicha conversación, Chérif ha reivindicado la acción contra Charlie Hebdo asegurando que las víctimas no fueron civiles, sino "objetivos". "Somos los defensores del profeta", ha añadido el menor de los Kouachi.
“Somos los defensores del profeta“
Las autoridades han dado por seguro que los hermanos Kouachi son los responsables del peor atentado en Francia en los últimos 50 años. Un ataque a la libertad de prensa y a los sagrados valores de la República que han enmudecido a toda Europa. Pero los principales líderes del Viejo Continente -entre ellos Angela Merkel, David Cameron y Mariano Rajoy- responderán al desafío con su presencia en una masiva manifestación convocada este domingo en París.
En un discurso a la nación tras el fin de la operación antiterrorista, Hollande ha llamado a todos los franceses a participar en la marcha y a ser "implacables con el racismo y el antisemitismo" porque, ha defendido, "estos fanáticos nada tienen que ver con el Islam". Y ha reconocido que aunque esta pesadilla haya terminado "Francia no ha acabado aún con las amenazas que la tienen por objetivo".