Internet y Schengen: la UE debate drásticas medidas antiterroristas tras los atentados de París
- Los ministros de Interior, favorables a un mayor control de las fronteras interiores
- Le Pen va más allá y exige la suspensión del Tratado de Schengen
- Los críticos plantean que no se vulneren derechos fundamentales
"Nuestras acciones no estarán guiadas por el miedo sino por la reflexión, así que vamos a tomar el tiempo necesario para reflexionar sobre las medidas que hay que tomar y las lecciones del atentado en París". La portavoz de la Comisión Europea ha pedido calma en el debate sobre nuevas medidas antiterroristas para frenar la amenaza yihadista tras los atentados de París. Sin embargo, los grandes países de la UE -Francia, Reino Unido, Alemania, España y Bélgica- ya preparan algunas propuestas que reabrirán el debate sobre el límite entre la seguridad y el recortes de libertades individuales.
Los ministros de Interior de la Unión Europea reunidos en París este pasado domingo acordaron cambiar Schengen para reforzar la lucha antiterrorista. Encontrarán como aliados a los partidos de extrema derecha en la Eurocámara. La líder del Frente Nacional, la eurodiputada francesa Marine Le Pen, ha ido un paso más allá y este martes ha pedido la suspensión inmediata del acuerdo que permite la libre circulación de personas entre las fronteras interiores, uno de los pilares de la UE.
La Comisión Europea dice estar abierta a una futura modificación de las reglas del Código de Fronteras Schengen, pero estima que la primera etapa debe ser aplicar bien las reglas actuales y explotar al máximo las posibilidades de reforzar los controles fronterizos.
Mayores controles fronterizos dentro de la ley vigente
Las normas vigentes de la UE permiten a los Estados miembros consultar bases de datos nacionales y europeas para garantizar que las personas que tienen derecho a la libre circulación no representan una amenaza real y grave para la seguridad interior o el orden público. Aunque, eso sí, estos controles no pueden ser sistemáticos sino que debe realizarse sobre la base de un análisis de riesgo sobre, por ejemplo, el peligro que representan los combatientes retornados de Irak y Siria.
Asimismo, el Código de Fronteras Schengen ya permite a los Estados miembros reintroducir de forma excepcional los controles en sus fronteras interiores, en caso de amenaza grave para el orden público o la seguridad interior. Una actuación limitada a un máximo de 30 días, aunque prorrogables.
Los brutales atentados de París, que dejaron 17 muertos, han impulsado a algunos países avanzar en medidas que ya estaban sobre la mesa para controlar a los militantes retornados y a potenciales radicalizados.
Reino Unido y Alemania preparan medidas de excepción
Así, el Gobierno británico anunció este lunes que revisará sus protocolos de seguridad para que los servicios de inteligencia tengan más poderes para rastrear las comunicaciones en Internet de sospechosos de cometer actos de terrorismo y que de esta forma no sólo se tenga acceso a los registros de llamadas y mensajes sino también a su contenido. Una medida polémica, que no cuenta con el apoyo de su socio de gobierno, para un país ya cuestionado por sus prácticas de espionaje.
En Alemania, el gobierno tiene previsto aprobar este miércoles un proyecto de ley que permita a las autoridades retirar el documento nacional de identidad de posibles yihadistas durante tres años, el doble de lo inicialmente previsto, con el fin de evitar que se unan a grupos extremistas en Oriente Próximo. Unos 550 ciudadanos alemanes se han unido a la lucha en Siria y unos 180 se cree que ya han regresado. La Policía Criminal ha reconocido que temen que en el país surjan imitadores tras los atentados terroristas de París.
Fallos de vigilancia en Francia
Francia, por su parte, se encuentra en nivel de máxima alerta y ha movilizado 10.000 militares para garantizar la seguridad. El Gobierno se ha manifestado también a favor de mayores controles en Internet y de endurecer las medidas punitivas, como generalizar el aislamiento de los islamistas radicales en prisión.
El primer ministro francés, Manuel Valls, dijo este lunes que el registro de pasajeros aéreos "tiene que ser imperativamente aprobado por el Parlamento Europeo (...)."Hay que tomar medidas para que [el Tratado de] Schengen sea más eficaz", ha añadido. Más de 1.120 ciudadanos franceses están implicados en células yihadistas en Siria e Irak. Y más de un centenar han regresado sólo este verano.
La pasada semana, Valls afirmó que Francia vigila a centenares de potenciales yihadistas pero reconoció que "no existe el riesgo cero". Superado el shock, ha llegado el momento de preguntarse qué fallo en la vigilancia de los hermanos Kouachi y Coulibaly, los tres responsables de los atentados, que lograron hacer creer a la policía, que no eran peligrosos.
"Un grave error que concentra las críticas a los Servicios de Seguridad franceses, que la pasada primavera, relajaron el dispositivo de vigilancia sobre ellos, cesando las escuchas telefónicas en el caso de los Kouachi. Escuchas que, por ley, se extienden a un máximo de cuatro meses, ampliables, si está justificado. Tampoco su cómplice, Amedy Coulibaly, generaba inquietud. Tras salir de la cárcel con brazalete electrónico, pudo frecuentar mezquitas sin llamar la atención, durante 9 meses", informa la corresponsal en París de TVE, Marisa Rodríguez Palop.
El límite entre seguridad y libertad
Esta falta de recursos para vigilar a todos los potenciaels yihadistas pone de manifiesto que el control de Internet y de las fronteras interiores comunitarias no responderá a una cuestión esencial: ¿Por qué jóvenes nacidos en Europa, escolarizados en Europa, acaban viajando a Siria o asesinando a gente en París? Además de los controles de seguridad que, los más críticos advierten, siempre deben de respetar el derecho a la intimidad de las personas, es necesario una política de integración más eficaz.
España prepara una registro de pasajeros de aviones
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha anunciado este martes que su departamento llevará a cabo medidas para aplicar en España el uso del registro de pasajeros de aviones en el marco de la lucha contra las nuevas formas de terrorismo como el yihadista. También necesario reformar el Código Penal para adaptarlo a las nuevas formas de terrorismo.
Ha recordado que este registro, conocido como PNR, por las siglas en inglés de Registro de Nombres de Pasajeros, fue una iniciativa de la Comisión Europea y del Consejo Europeo de 2010, pero que el Parlamento Europeo lo paralizó al oponerse grupos como el socialista que consideraron que atentaba contra el derecho a la intimidad personal.