Enlaces accesibilidad

La Justicia egipcia anula la condena por corrupción a Mubarak y ordena repetir el juicio

  • El fallo anula la única condena que Mubarak tenía pendiente
  • La decisión afecta también a sus dos hijos
  • Se le juzga por malversación de fondos públicos

Por
El expresidente egipcio Mubarak es condenado a tres años de carcel por malversación
El expresidente Mubarak y sus dos hijos escuchan su condena de tres años por malversación de fondos públicos desde un habitáculo con barrotes instalado en la sala de vistas en El Cairo. Imagen tomada el 21 de mayo de 2014.

El Tribunal de Casación de Egipto ha aceptado el recurso presentado por el expresidente Hosni Mubarak y ha anulado la pena de tres años de cárcel emitida anteriormente contra él por un caso de corrupción, la única condena pendiente que le quedaba.

El fallo se aplica también a los hijos del expresidente, Gamal y Alaa, que fueron condenados en el mismo proceso.

Según el sistema egipcio, el Tribunal de Casación remite ahora el caso al de Apelación, que asignará una corte penal para repetir el juicio.

Este alto tribunal no ha ordenado la puesta en libertad de los acusados, por lo que de momento Mubarak y sus hijos continuarán en prisión a la espera del nuevo juicio.

Sin condenas pendientes

Con este fallo, Mubarak ya no tiene ninguna condena pendiente a sus espaldas. En noviembre de 2014 fue absuelto en otro juicio en el que se le acusaba de la muerte de manifestantes durante la revuelta de 2011 que acabó con sus 30 años de gobierno autoritario. La absolución provocó fuertes protestas, con el resultado de dos muertos.

La misma corte le absolvió de dos casos de corrupción vinculados a la venta irregular de crudo a Israel y a la adquisición de cinco mansiones en la localidad de Sharm el Sheij, en el primer caso por falta de pruebas y en el segundo por la prescripción del delito.

Mubarak, de 86 años, y sus hijos fueron condenados en mayo de 2014 en por apropiación indebida de fondos públicos por valor de 125 millones de libras egipcias (unos 17 millones dólares) en relación con el presupuesto de los palacios presidenciales. El expresidente egipcio cumplía desde entonces la condena en un hospital militar de El Cairo.

Desde el golpe de Estado que derrocó a Mohamed Morsi y la llegada al poder del actual presidente, Abdel Fatah al Sisi, los tribunales egipcios han condenado a miles de islamistas y miembros de los Hermanos Musulmanes por diversos delitos, en ocasiones a penas de muerte. También han sido perseguidos activistas laicos y pro democracia y periodistas extranjeros.