Los versos escondidos de Pablo Neruda
- Seix Barral publica los 21 poemas hallados en una caja en 2014
- Tus pies toco en la sombra y otros poemas inéditos es el título
- No es la primera vez que aparecen pomas del Premio Nobel
Aparecieron este verano en una caja en la Biblioteca de la Fundación Pablo Neruda de Chile. Era una serie de 21 poemas inéditos del poeta, y este jueves se ponen al alcance de todos al publicarlos Seix Barral bajo el título Tus pies toco en la sombra y otros poemas inéditos. Según la editorial, fueron escritos después de 1950, con posterioridad al Canto General, publicado ese año en México en dos ediciones del Comité Auspiciador y por ediciones Océano, y en Chile en dos ediciones clandestinas.
Lo novedoso del descubrimiento es que se trata de poemas inéditos, porque otros poemas y cartas ya han aparecido en diversas ocasiones e incluso han salido a subasta en Madrid y Londres.
Llama la atención un fragmento de un poema, escrito en tinta verde (incluido en la edición facsimilar que acompaña al libro), que utilizaba con frecuencia el poeta en sus escritos de juventud cuando algunos amores le turbaban:
“Corazón mío, sol
de mi pobreza
en este día,
sabes?
este día,
casi pasó olvidado
entre una noche y otra,
entre
el sol y la luna,
los alegres deberes
y el trabajo”.
Es evidente que la desconocida destinataria podía ser cualquiera de las mujeres que Pablo amó en aquella época, por lo que, aunque no hemos visto el original, podría ser anterior a 1950. En tinta verde está escrito también su conocido “Poema 15”, al reverso de una guía de equipajes de ferrocarril:
"Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía..." (...)
El amor de juventud de Neruda
En 1983, el periodista español Juan Ignacio Poveda descubrió en Chile, donde trabajaba de corresponsal de Efe, las cartas y poemas que Pablo Neruda dedicó a su entonces musa, Albertina Rosa Azócar, y que en su mayor parte constituyeron el libro más conocido del poeta: Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924). Dichas cartas y poemas fueron adquiridas por la Fundación del Banco Exterior de España, bajo la presidencia entonces de Francisco Fernández Ordóñez, gran admirador del poeta, y se editaron en facsímil por la editorial Edilán.
Albertina también tenía escondidas las cartas del poeta en una caja, hasta que alguien se apoderó de ellas y tuvo que luchar legalmente para recuperarlas. En aquellos años juveniles surgieron obras como Crepusculario, Tentativa del hombre infinito, Residencia en la Tierra o El hondero entusiasta.. Luego, tras la Guerra Civil española, Neruda daría un giro poético y político a su vida que se refleja en toda su obra.
Durante su estancia en España tuvo una intensa actividad poética. En Madrid vivía en la Casa de las Flores, en la calle Gaztambide. Su hija Malva Marina, aquejada de macroencefalia, nació en 1934 fruto del primer matrimonio con Maruca Agenaar, de la que se separaría dos años después al trasladarse a París. La niña fallecería en 1942 a los ocho años de edad.
El apoyo de la Fundación Pablo Neruda
Según consta en su página web, la Fundación Pablo Neruda fue creada el 4 de junio de 1986, en base al testamento de Matilde Urrutia, viuda del poeta, on el objetivo de "difundir y preservar el legado poético, artístico y humanista del poeta".
Los poemas que ahora se editan son, por tanto, una muestra del ingente material nerudiano que conserva la Fundación, que los presentó el pasado año, cuando se cumplían 110 del nacimiento del poeta en Parral. La presente edición, anotada por Darío Oses, incluye un prólogo de Pere Gimferrer.
Pablo Neruda, es considerado como el más popular de los poetas iberoamericanos,y ha llegado a eclipsar a nombres tan notables como el de su compatriota Gabriela Mistral, también Nobel de Literatura (1945), o el de Rubén Darío.
Pablo Neruda falleció en la clínica Santa María de Santiago, aquejado de un cáncer de próstata, el 23 de septiembre de 1973, doce días después del golpe militar. Sus restos, que se encontraban entonces en el cementerio general, en el Nódulo México, Nicho nº 44, fueron trasladados tras la llegada de la democracia a Isla Negra, donde reposan junto a los de su esposa Matilde Urrutia.