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La ONU observa una "desaceleración" en el brote de Ébola en África occidental

  • Aunque "la batalla no ha terminado", es una noticia optimista, según la OMS
  • El Gobierno de Liberia cree que el país podría estar libre del virus en Febrero
  • El brote de Ébola se ha cobrado ya más de 8.400 vidas en África Occidental

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Un cartel muestra el mensaje "Brote de la enfermedad del Ébola" en la fachada del Ministerio de Finanzas en Monrovia, Liberia
Un cartel muestra el mensaje "Brote de la enfermedad del Ébola" en la fachada del Ministerio de Finanzas en Monrovia, Liberia

El brote de Ébola, que se ha cobrado más de 8.400 vidas en África Occidental, parece estar "desacelerando", aunque la batalla para contener la enfermedad no ha terminado, según ha explicado un enviado especial de la ONU.

"El cambio de comportamiento en el que hemos trabajado, que hemos esperado y que hemos anticipado, está por fin ocurriendo", ha explicado el doctor David Nabarro en una entrevista a Reuters.

También la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado un posible retroceso del brote, que ha celebrado el descenso en el número de casos en tres de los países más afectados.

"Este descenso es real pero no implica que la batalla haya terminado", ha declarado Tarik Jasarevic, portavoz de la ONU en Génova. Se trata de una "primera señal de optimismo y el resultado del trabajo que se ha estado haciendo en los últimos meses", ha añadido.

Sin embargo, Nabarro no ha querido hacer ninguna predicción sobre el fin definitivo del brote del virus.

Un cambio importante en comportamientos sociales

La fiebre hemorrágica se ha extendido a través del contacto con fluidos corporales o personas infectadas o a través de cuerpos muertos por el virus, que resultan altamente contagiosos.

Nabarro ha explicado que las prácticas funerarias que involucraban a personas tocando y limpiando cuerpos de víctimas del Ébola han sido un combustible para la expansión del brote.

"Las instalaciones para tratar a los contagiados están disponibles en todas partes", ha dicho. "Los equipos de entierro seguro están proporcionando sepulcros dignos y seguros y el resultado es que estamos viendo los inicios de un descenso en el brote".

Liberia prevé librarse del virus a finales de febrero

El Gobierno de Liberia ha dicho este jueves que podría estar libre del virus el próximo mes, después del éxito en la contención de la transmisión.

El ejecutivo de Monrovia ha explicado que, a fecha de 12 de enero, el país cuenta con solo 10 casos confirmados de contagio de Ébola, algo que Nabarro ha calificado como "un descenso increíble", añadiendo que considera las cifras "absolutamente correctas".

El propio Nabarro ha descrito "un cambio colectivo notable en patrones de comportamiento" y ha dicho que Liberia "se dio cuenta de que el brote de Ébola estaba influido por los hábitos de la gente".

Más de 3.500 de los 8.400 muertos por Ébola han fallecido en Liberia. Este país, junto con Sierra Leona y Guinea, tienen ahora capacidad para establecer con velocidad centros de gestión de brotes localizados.

"Aquellos involucrados en la respuesta han conseguido organizar rápidas respuestas móviles en caso de que ocurra un rebrote en cualquier lugar, de manera que pueden establecer instalaciones de tratamiento temporal donde quiera que sean necesarias", ha añadido Nabarro.

La importancia de la ayuda externa

El enviado de la ONU ha destacado, además, el papel crucial de los militares estadounidenses, británicos y franceses, que han construido centros de tratamiento.

"Esta ayuda externa", la mayoría de ella procedente de fuera del continente africano, "fue absolutamente vital para reforzar y apoyar la capacidad de los países para lograr cambios", ha explicado Nabarro.

Al ser preguntado por las lecciones aprendidas y las insinuaciones de que la OMS tardó en hacer sonar la alarma, Nabarro ha confiado en que "el resultado de esta epidemia y las investigaciones hechas permitan mejorar y encontrar la manera de predecir" un brote.

El peor brote de la enfermedad ha infectado a cerca de 21.000 personas en Liberia, Sierra Leona y Guinea desde que fue detectado en marzo de 2014, según la OMS.