Enlaces accesibilidad

'71', la guerra sucia del terrorismo del IRA

  • La primera película de Yann Demange es uno de los títulos del año
  • Narra la odisea de un soldado británico atrapado en territorio del IRA
  • Está nominada a 3 premios Bafta y se estrena este viernes

Por
Yann Demange denuncia los terrorismos en '71'

En 1971, un soldado británico que acaba de llegar a Belfast se queda atrapado en territorio del IRA, solo y desarmado, y es perseguido por los terroristas e incluso por su propio ejército. Este argumento, aparentemente sencillo, sirve al debutante Yann Demange para rodar una de las películas más sorprendentes del año. Un thriller trepidante que, a la vez, es un descarnado retrato de un conflicto en el que, como en casi todos, es imposible distinguir a los buenos de los malos; y que contiene una dura crítica contra todos los terrorismos, incluído el de Estado, y rompe una lanza en favor de las víctimas civiles.

“En esta película no hay buenos y malos, no hay nada en blanco y negro, sino que todo son grises -nos comenta el director en el video que encabeza esta noticia-. No me sentía cómodo tomando partido por uno u otro bando. Pero reconozco que sí me enfado mucho con la gente joven a la que retrato, esos chavales que se dejan arrastrar por la violencia”.

Una historia de ficción que se basa en hechos reales y que nos sitúa justo después del toque de queda en Falls Road (julio 1970), cuando la poblicación civil irlandesa odíaba al ejército británico y cuando el IRA contaba con el mayor apoyo popular. Y, a la vez, había dos facciones irlandesas, la protestante (partidaria de la unión con Gran Bretaña) y la católica (partidaria de la independencia).

Una película que fue nominada a Mejor Ópera prima, en los premios del Cine Europeo, y que también aspira a tres Baftas de la Academia Británica: Mejor Película, Mejor Director Novel (Yann Demange) y Mejor actor revelación, el joven Jack O'Connell (protagonista de la reciente Invencible, de Angelina Jolie) que realiza una impresionante interpetación como ese soldado atrapado en un terrritorio hostil en el que es casi imposible distinguir entre los buenosy los malos y que no tiene nada de héroe; de hecho su supervivencia dependerá, en gran medida, de la ayuda de la gente de uno y otro bando que, curiosamente, tan pronto lo salvan como intentan matarlo.

"El protagonista no sabe donde se ha metido"

"Nostros seguimos la historia a través de los ojos del protagonista -continúa Yann- un joven soldado británico recién llegado a Belfast y que no tiene ni idea de lo que está pasando realmente allí. Desconoce por completo dónde se ha metido".

El director nos presenta a los británicos como invasores cuando llegan al territorio del IRA en busca de una casa en la que, supuestamente, se esconden armas. Pero en apenas unos minutos, esos invasores (aparentemente invencibles) se convierten en víctimas cuando son atacados por una multitud enfurecida en la que hay mujeres y niños. Una de las mejores secuencias de la película que nos pone en situación, y nos demuestra las diferencias que había entre el sector veterano del IRA, que acababa de pactar una tregua con los británicos, y los jóvenes, mucho más violentos e irreflexivos.

Durante esa batalla campal, magníficamente ambientada y dirigida, los británicos se verán obligados a salir corriendo para no provocar una matanza, dejando abandonado al soldado Gary Hook (Jack O' Connell). "Quería meter al espectador dentro de ese motín -nos comenta Demange- que la cámara fuese un personaje más, de forma que tenemos muchos puntos de vista, de varias de las personas que participan en esa pelea, tanto británicos como irlandeses".

"No me sentía cómodo tomando partido por uno u otro bando -continúa Demange-. Quería denunciar ese conflico entre británicos, irlandeses protestantes e irlandeses católicos. Hay incluso momentos en que los soldados se identifican más con la gente a la que tienen que enfrentarse (población civil católica) que a sus mandos, que les obligan a atacar a esa gente. Por eso la película siempre se mueve en esos tonos de grises".

Una película influída por los grandes clásicos

Aunque sea su primera película, Delange (París, 1977) es un respetado realizador de televisión y ya había destacado por dos sorprendentes trabajos: la miniserie Dead Set en la que los zombies tomaban el mundo mientras que los habitantes de la casa de Gran Hermano permanecían ajenos a lo que pasaba en el mundo exterior. Y Top Boy, una serie sobre un joven vendedor de drogas que también fue aclamada por la crítica y el público.

En 71 demuestra su dominio del lenguaje audiovisual, sin ocultar sus influencias. "En la película están muy presentes -confiesa- Bloody Sunday de Paul Greengrass. Y a partir de que se hace de noche me fijé mucho en Asalto a la comisaría del distrito 13, de John Carpenter. Pero he querido utilizar muchos tipos de lenguaje, desde el casi documental y caótico con el que empieza la película, hasta ese estilo casi expresionista y deudor de Carpenter, cuando la acción transcurre de noche y nos distanciamos de la realidad".

Destacamos también su fidelidad en la recreación del territorio del IRA, lleno de edificios abandonados (mucha gente huyó) y con multitud de túneles entre ellos. Un auténtico laberinto que los permitía huir cuando llegaba el ejército británico.

La guerra sucia

Una película en la que la acción, brillantemente rodada, no enmascara lo realmente importante, el transfondo social y político. Y la irracionalidad de los terrorismos, sin olvidarse del terrorismo de estado. "Yo nací en París en 1977 -nos comenta Delange- luego mi familia se trasladó a Londres y en el colegio no me enseñaron nada sobre el conflicto irlandés. Y cuando leí el guion, fuí el primer sorprendido por la conexión entre los terroristas y los servicios secretos británicos. Una auténtica Guerra sucia en la que era imposible distinguir a los buenos de los malos".

El director de cine nos pone de ejemplo "El asesinato del abogado Patrick Finucane, que defendió a miembros del IRA en los años ochenta, y que fue asesinado en 1989 delante de su mujer y sus hijos. El año pasado David Cameron tuvo que pedir disculpas tras demostarse que en ese asesinato el ejército, la policía y los servicios de Inteligencia británicos colaboraron con fuerzas paramilitares protestantes de Irlanda del Norte". (El abogado fue acribillado en su casa delante de su mujer y sus tres hijos).

Además, la película hace especial hincapié en las auténticas víctimas de ese conflicto: "Los niños que crecen en ese ambiente de odio y lo llevan en la sangre durante toda la vida. Por eso me parecía importante mostrar ese ciclo; cómo esos niños que viven esa violencia o la ven en la televisión acaban atrapados en ese círculo violento, generando una espiral que no parece tener fin".

Pero no todo es malo en la película, porque en ese descenso a los infiernos, el protagonista recibirá ayuda tanto de protestantes como de católicos, demostrando que la paz era posible. Aunque todavía faltarían muchos años para alcanzarla y serían los más sangrientos. Empezando, un año después de los hechos narrados en esta película, con el famoso Domingo Sangriento (1972) en el que las tropas británicas mataron a 14 manifestantes católicos en London Berry.

Una gran película que, bajo su fachada de thriller de acción, esconde una dura crítica a todos los terrorismos. Se estrena este viernes, 23 de enero.