Dimiten el presidente y el gobierno de Yemen por la crisis con los rebeldes hutíes
- Los enfrentamientos entre los rebeldes y el Gobierno se habían recrudecido
- Los hutíes tienen bajo su control el palacio presidencial y la casa del presidente
El presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, ha presentado su dimisión poco después de que se conociera la renuncia del primer ministro, Jaled Bahah, y ha denunciado que Yemen se encuentra "en un callejón sin salida". Sin embargo, el parlamento yemení se ha negado a aceptar esa renuncia y ha convocado una reunión especial par la mañana de este viernes con el fin de para discutir la crisis política.
Según ha dicho a la agencia Efe el secretario de la Presidencia, Yahia al Arasi, el hasta ahora jefe de Estado envió una carta a la Asamblea Legislativa en la que acusa a las distintas fuerzas políticas de "falta de responsabilidad".
Mansur Hadi, quien se hizo cargo de la Presidencia del país el 25 de febrero de 2012 tras la renuncia de su antecesor, Ali Abdalá Saleh, que siguió a las protestas de 2011, ha lamentado sentirse "humillado" y haber pasado "grandes sufrimientos" durante su mandato.
El jefe de Estado, quien ha pedido perdón a todos los yemeníes, ha reconocido "no haber sido capaz de lograr los objetivos por los que aguantó un gran sufrimiento" durante estos años, informa Efe.
Las reacciones internacionales no se han hecho esperar y EE.UU. has retirado personal de su embajada en la ciudad de Saná. "Aunque la embajada permanecerá abierta y continuará funcionando, quizá sigamos reasignando recursos en función de la situación sobre el terreno", ha informado un alto funcionario del Departamento de Estado.
El Parlamento rechaza la dimisión
Por su parte, un alto dirigente del poderoso movimiento Huti ha celebrado a la renuncia del presidente. "La renuncia de (Hadi) es una buena nueva para todos Yemeníes ", ha señalado Abu al Malek Yousef al Fishi en un mensaje publicado en Twitter.
"Propongo la creación de un consejo presidencial decomponentes revolucionarios y políticos honorables, y en el que el ejército, miembros de seguridad y comités populares estén representados, por lo que todo el mundo va a participar en la gestión de lo sigue siendo el período de transición ", ha añadido Abu al Malek Yousef al Fishi, considerado ideólogo del movimiento.
Sin embargo, y por el momento, el Parlamento ha rechazado esa dimisión. "El Parlamento, representado por su presidente Yahya al Rai, se ha negado a aceptar la renuncia del Presidente y ha decidido celebrar una sesión especial viernes por la mañana", ha señalado bajo condición de anonimato un funcionario a la agencia AFP.
Dimisión del Gobierno
El primer ministro también ha achacado su renuncia a la crisis que vive el país estos días. Dice que es un "laberinto político" que le impide gobernar con "eficacia". La renuncia al cargo de Bahah, que fue nombrado el pasado 13 de octubre, significa la dimisión en bloque de todos los miembros del gabinete yemení, según un comunicado difundido por el portavoz del Ejecutivo, Rayeh Badi. "La renuncia del Gobierno es irreversible", ha recalcado.
Mientras, las autoridades de la provincia sureña de Adén han ordenado este jueves al Ejército de las cuatro regiones meridionales que no obedezcan ni respondan a las orden que les lleguen desde Saná, según ha informado el Comité de Seguridad de esa zona en un comunicado.
Esta decisión se produjo poco después del caos político desatado en la capital tras las sucesivas dimisiones del presidente yemení y su Gobierno. Durante la difusión de esta orden por el canal regional de la provincia de Aden, el movimiento chií de los hutíes, que controla la sede de la radiotelevisión oficial en Saná, ha cortado la emisión de la cadena.
Los hutíes y el presidente del país habían llegado este miércoles a un acuerdo de alto el fuego con el que pretenden poner fin a una crisis que arrastraba al país hacia un eventual conflicto armado. Al menos 18 personas murieron y otras 96 resultaron heridas en los enfrentamientos que se registraron esta semana entre combatientes rebeldes y fuerzas gubernamentales en Saná.
Los combatientes chiíes se han hecho con el control en los últimos meses de siete provincias del Yemen, incluida su capital, donde se recrudeció la tensión esta semana con el ataque a las sedes presidenciales.
Los actores de la crisis yemení
La actual crisis en el Yemen es fruto de las disputas entre diferentes actores, que son los siguientes:
1.- El movimiento Ansar Alá, de los hutíes, originarios del extremo septentrional del Yemen, la fuerza más poderosa del país. De credo chií surgió en 1992. Dos años después, se levantó en armas contra el Gobierno y lo volvió a hacer en otras cinco ocasiones. En 2004, el Ejército yemení asesinó a su fundador. Tras la caída del régimen de Saleh, estalló un conflicto entre el grupo chií y el partido de los Hermanos Musulmanes. En enero de 2014 concluyó una Conferencia en la que todas las partes acordaron avanzar hacia la transición, pero la crisis yemení volvió a estallar el pasado septiembre.
2.- El Partido la Congregación Yemení por la Reforma, es el brazo político de los Hermanos Musulmanes y principal adversario político de los hutíes. Fue creado en 1990 por el difunto líder tribal Abdalá al Ahmar. De credo suní, sus relaciones con el régimen de Saleh y el partido gobernante se deterioraron a partir de mediados de la pasada década y, durante los levantamientos de 2011, decidió unirse a las protestas juveniles multitudinarias que forzaron la caída del régimen. El presidente de su grupo parlamentario, Zaid al Shami, pidió esta semana la búsqueda de un consenso sobre la división territorial del país.
3.- El Congreso Popular General, partido fundado por Saleh en 1982. Dominó la escena política del país de manera absoluta hasta el estallido de la Primavera Árabe en 2011. No obstante, a pesar de la caída de Saleh, la formación aún mantiene la mayoría parlamentaria y goza de una gran influencia. Carece de una ideología clara, cuenta con el apoyo de varias facciones tribales y urbanas, de algunos cuerpos de las Fuerzas Armadas y de personalidades independientes influyentes.
4 - Los separatistas y grupos sureños se declaran enemigos del antiguo régimen de Saleh, a quien responsabilizan de la guerra civil que estalló cuatro años después de la reunificación del país en 1990. Han tenido un papel secundario en la actual crisis.