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Consiguen alargar el duodeno en niños sin intestino delgado para evitar el trasplante

  • Es una nueva técnica para pacientes con el síndrome del intestino corto
  • Emplean el duodeno, una porción del intestino difícilmente abordable
  • Prevén intervenir a un 40% de los niños con intestino corto extremo

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Consiguen alargar el duodeno en niños sin intestino delgado para evitar el trasplante

Un equipo de cirugía del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona ha llevado a cabo la primera intervención descrita en el mundo para alargar el duodeno de un niño de siete años con un intestino corto extremo, lo que puede evitar que en un futuro se le tenga que realizar un trasplante intestinal.

El síndrome del intestino corto es una enfermedad que consiste en la pérdida de un gran segmento del intestino delgado por catástrofes intestinales, según informa el hospital en una nota.

Los niños que lo padecen no pueden absorber de forma adecuada los alimentos y, por este motivo, deben estar conectados de forma permanente a un dispositivo que les va suministrando el alimento por vena, para suplir sus carencias nutricionales.

Esta nutrición artificial puede generar muchas complicaciones, ya sean hepáticas, infecciosas, etc. y, a largo plazo, acaban siendo candidatos a un trasplante intestinal.

El equipo de Cirugía Digestiva y Trasplantes del Servicio de Cirugía Pediátrica del Hospital Maternoinfantil Vall d’Hebron, liderado por el doctor Javier Bueno ha sido el artífice de la intervención.

Pérdida del intestino delgado

El niño de siete años, Àlex, ingresó en el Hospital Maternoinfantil Vall d’Hebron cuando tenía un mes de vida con una torsión del intestino delgado que le estaba cortando el riego sanguíneo y que le provocaba una necrosis intestinal.

Requirió hasta 18 intervenciones quirúrgicas para ir extirpando las partes del intestino que le dejaban de funcionar, de forma que perdió todo el intestino delgado excepto el duodeno y una parte del intestino grueso.

Por este motivo, Àlex se había estado alimentando durante toda su vida de forma artificial y era un firme candidato al trasplante intestinal, con todos los riesgos que conlleva.

Intervención pionera

Hasta ahora se habían descrito dos técnicas quirúrgicas para alargar el intestino, ninguna usando el duodeno. Por un lado, porque tiene una vascularización especial y, por otro, por su estrecha relación con el páncreas y los conductos biliares, que podrían resultar dañados como consecuencia de la intervención.

Las técnicas clásicas para alargar el intestino necesitan, para poder ser realizadas, como mínimo un segmento de intestino delgado que Àlex no tenía, por ello se abordó la intervención utilizando el duodeno, a pesar de que se trata de un segmento del intestino difícilmente abordable desde el punto de vista quirúrgico.

A partir de ahora, esta nueva técnica se puede aplicar a pacientes con el síndrome del intestino corto y complementa al resto de técnicas ya descritas.

Esto proporciona la posibilidad de añadir un segmento más de intestino que antes nunca se había utilizado e incrementa, aún más, la absorción de alimentos por parte del paciente y disminuye la necesidad de nutrición artificial.

El siguiente paso es confirmar si con esta nueva técnica un porcentaje importante de niños con este problema podrá evitar el trasplante intestinal.

Normalidad en la alimentación

La operación de Àlex se realizó en febrero de 2013 y un año después, sorprendentemente, solo con el alargamiento duodenal, ya comía de forma autónoma, era capaz de prescindir de toda la nutrición artificial y no requería ningún dispositivo alimenticio extra. Se había evitado, así, el temido trasplante intestinal.

Esta intervención pionera, que está pendiente de ser publicada en la revista científica Journal of Pediatric Surgery, se ha realizado ya a tres pacientes pediátricos y se prevé que se puedan beneficiar un 40% de los niños que sufren este problema.

La Unidad de Rehabilitación Intestinal del Hospital Maternoinfantil Vall d’Hebron está formada por un equipo multidisciplinario de profesionales que incluye gastroenterólogos pediátricos, nutricionistas, personal de enfermería, radiólogos intervencionistas y cirujanos pediátricos, entre otros.

En los últimos diez años ha seguido y tratado a más de 40 niños con fallos intestinales de diferentes orígenes, el 90% de los cuales ha conseguido alimentarse de forma autónoma. Nueve de estos pacientes se han sometido a técnicas de alargamiento intestinal, siete de los cuales hacen vida normal.