El féretro del cabo español fallecido en Líbano llega a la base cordobesa de Cerro Murriano
- El funeral en memoria del casco azul español se celebrará allí este viernes
- El cabo Soria Toledo murió en un intercambio de fuego entre Israel y Hizbulá
- Se le concederá, a título póstumo, la Cruz al Mérito Militar con Distintivo Rojo
El féretro del cabo Francisco Javier Soria Toledo, que falleció en Líbano el pasado miércoles en el transcurso de un intercambio de disparos y lanzamiento de material explosivo entre Israel y el grupo terrorista Hizbulá, acaba de llegar a la Base de Cerro Muriano (Córdoba).
El féretro ha llegado procedente del Instituto Anatómico Forense de Córdoba, donde se le ha practicado la autopsia que determinará las causas concretas de su fallecimiento. En la base se ha habilitado la sala 'Gran Capitán', donde se instalará la capilla ardiente.
Este viernes tendrá lugar en Cerro Muriano una ceremonia fúnebre de despedida presidida por el ministro de Defensa, Pedro Morenés. En el acto estará acompañado por el jefe de Estado Mayor de la Defensa (jemad), almirante general Fernando García Sánchez, y por el jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra (jeme), general de Ejército Jaime Domínguez Buj, según informó Defensa en un comunicado.
El ataúd del soldado español fue recibido en el aeropuerto de Córdoba, donde llegó procedente de la base de Morón de la Frontera (Sevilla) en un helicóptero militar en el que viajaba Morenés, por militares de la Brigada Guzmán el Bueno X de Córdoba, unidad a la que pertenecía.
Posteriormente, ocho compañeros de unidad trasportaron a hombros el féretro, envuelto en la bandera de España, hasta el coche fúnebre que le llevó en dirección al Anatómico Forense.
Cruz al Mérito Militar
Anteriormente se le habían rendido honores militares en la base de Morón en presencia del ministro Morenés, por ser el primer lugar en el que tocó suelo español. En ese acto estuvieron también presentes el almirante general García Sánchez y el comandante del Mando de Operaciones, almirante Teodoro López Calderón.
Esta mañana el féretro del soldado español fue despedido por sus compañeros destinados en Líbano en una ceremonia íntima, en la que se entonó el himno "La muerte no es el final", en la base Miguel de Cervantes en Marjayun (Líbano).
El cabo Francisco Javier Soria Toledo, de 36 años, era natural de Málaga, estaba casado y esperaba su primer hijo. Estaba destinado desde el pasado mes de noviembre en la Brigada Guzmán el Bueno X de Córdoba, unidad que forma parte del grueso del contingente español desplegado en Líbano.
El Gobierno le concederá, a título póstumo, la Cruz al Mérito Militar con Distintivo Rojo.